martes, abril 29, 2008

Leyendas olímpicas: Tommie Smith, John Carlos y Peter Norman


La carrera duró poco más que un soplo. La ceremonia de premiación será recordada para siempre en los anales de los juegos olímpicos de la era moderna.
La final de los 200 metros planos en México 68 terminó con un ganador inesperado. Tommie Smith había sido más rápido que el favorito, su compatriota John Carlos. Se llevó el oro, rompiendo la barrera simbólica de los 20 segundos. Más sorpresivo aún fue que un australiano, Peter Norman, se haya colado al segundo lugar, superando a Carlos por 4 centésimas de segundo.
En el podio, Tommy Smith y John Carlos aparecieron en calcetines, con los zapatos en las manos y portando un guante negro. Smith portaba una bufanda, negra también. Los tres atletas llevaban botones del Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos (OPHR). Cuando sonaron los acordes del himno de Estados Unidos, los velocistas afroamericanos bajaron la cabeza y alzaron en puño en señal de protesta. Más tarde se supo que Carlos había olvidado sus guantes negros y fue Norman, el australiano blanco, quien sugirió que los compartieran.
La prensa de aquel tiempo atribuyó el gesto al radicalismo, y se ligó a los atletas americanos con las Panteras Negras. EL OPHR era otra cosa: un movimiento encabezado por deportistas negros estadounidenses en contra del racismo dominante en el Comité Olímpico de su país y, sobre todo, en el COI, presidido entonces por Avery Brundage, abierto apologista del nazismo y defensor de Rhodesia y Sudáfrica. A este movimiento se habían adherido competidores blancos, como los integrantes del equipo de remo.
Tommie Smith y John Carlos no eran activistas políticos y no tenían contacto con las Panteras Negras, sino estudiantes de sociología en la Universidad Estatal de San José, que se sentían discriminados en el deporte y luchaban en contra del Apartheid (el oficial, de Sudáfrica y Rhodesia; y el silencioso, de su propio país).
Tras la ceremonia, Avery Brundage ordenó que se suspendiera a Smith y Carlos del equipo estadounidense y se les expulsara de la Villa Olímpica. La comisión atlética de EU se rehusó, entonces Brundage amenazó con expulsar a todo el equipo de atletismo. Al final, los dos velocistas negros quedaron fuera “por violar los principios fundamentales del movimiento olímpico”.
A su regreso a Estados Unidos, fueron maltratados por los medios y sus familias recibieron amenazas de muerte. Poco después, ambos destacaron en el futbol americano profesional: Smith, con los Bengalíes de Cincinatti y Carlos, con las Águilas de Filadelfia. El campeón olímpico terminó su carrera de sociología, fue elevado al Salón de la Fama del Atletismo de EU en 1978 y fue profesor universitario. El medallista de bronce fue parte del comité organizador de los juegos de Los Ángeles en 1984 y actualmente es entrenador. Su llegada al Salón de la Fama fue en 2003.
La solidaridad de Peter Norman para sus compañeros le resultó costosa. Los medios australianos hicieron el vacío a su llegada. Sus críticas a la política australiana que restringía la migración de “no blancos”, contribuyeron a que se le hostigara en el ámbito deportivo. A pesar de haber calificado a los juegos olímpicos de Munich, se le excluyó de la delegación y se truncó su carrera.
Norman fue maestro de preparatoria y siguió corriendo. En 1985 una lesión mal tratada devino en gangrena y casi perdió la pierna. Su país no lo reivindicó haciéndolo portar la antorcha olímpica, como una de las glorias deportivas australianas, en la ceremonia de inauguración olímpica de Sydney. Murió en 2006 de un ataque al corazón. Sus amigos Tommie Smith y John Carlos fueron los encargados de cargar el ataúd en el funeral. Sólo hasta 2012 Australia se disculpó.
Ese mismo año, la Universidad Estatal de San José develó un monumento en honor a aquel momento legendario de 1968. Están las figuras de Tommie Smith y John Carlos en el podio, con la cabeza gacha y el puño alzado. El lugar para el segundo lugar está vacío. Es una gran injusticia: Peter Norman también es parte de la leyenda (y no importa que haya sido el propio Norman quien solicitara dejar sólo las figuras de los atletas afroamericanos).

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