lunes, junio 02, 2008

Las ampollas de Campillo y los Padres hermanos

Mexicanos en GL. Mayo


Cinco noticias han destacado en el vaivén de los peloteros mexicanos en Grandes Ligas durante mayo.


La mejor, el extraordinario bateo que ha mostrado Adrián González; la peor, la fuerte lesión sufrida por Yovani Gallardo a principios de mes; la más emotiva, que por fin Jorge Campillo, batallando con ampollas que se secan apenas el día antes de sus salidas, ha brillado en el mejor beisbol del mundo; la económica, tiene que ver con el contrato millonario multianual que liga a Joakim Soria con los Reales de Kansas City, la que quedará para siempre en los libros de los adoradores de la trivia, que a Edgar V. González finalmente se le hizo debutar con San Diego y jugar junto con su hermano menor, Adrián. Los González Sabín son la segunda pareja de hermanos mexicanos que juega en Ligas Mayores (en 1982 lo habían hecho Enrique y Vicente “El Huevo” Romo) y los primeros que lo hacen para un mismo equipo. Son Padres y hermanos.

Aquí el seguimiento del contingente mexicano, siempre de acuerdo con el desempeño acumulado en la temporada:

Adrián González. El slugger de Tijuana encontró la manera de hacerle frente a su difícil parque local, el Petco Park de San Diego. Tirándole a las bolas que van por la esquina de afuera de la zona de strike ha estado bateando por la banda contraria, con resultados extraordinarios. Ya de por sí era contundente de visitante, ahora es temible. Sus números de mayo: 10 cuadrangulares, 29 producidas y .288 de porcentaje. En el año lleva .290, 16 bambinazos, con los que pelea el liderato de la liga nacional y 48 remolcadas –que el 1º de junio se volvieron 50 y lo colocaron en primer lugar. Su porcentaje de fildeo: .998, un solo error en 545 oportunidades.

Joakim Soria. Duró más que Mariano Rivera y que Troy Percival. Sólo Billy Wagner de los Mets, entre la élite de cerradores, tardó más que el coahuilense en aceptar una carrera limpia. Aún así, Joakim lleva 12 salvamentos en otras tantas oportunidades (tendría muchos más de no ser porque para salvar un juego, tu escuadra tiene que ir adelante y en mayo los Reales perdieron 12 al hilo), con un bajísimo 1.16 de PCL. Se le embasa menos de un jugador por inning y los contrarios le batean un mísero .127. El día en que cumplió 24 años firmó un contrato por tres años y 8.75 millones de dólares, con opciones hasta 2014. Según los analistas, aunque el contrato asegura el futuro de Joakim, los de Kansas City se llevaron la mejor parte.

Jorge Campillo. En la historia de ensueño del mes, los Bravos de Atlante le dieron al bajacaliforniano de 29 años la oportunidad esperada por mucho tiempo. Abrió un juego –lo hizo hace años con Seattle, pero salió lesionado en la primera entrada-. Lanzó 6 innings extraordinarios, ponchó a 7, dejó en cero a los Mets y se llevó la victoria. En su siguiente salida sólo duró 4 entradas, porque le salieron ampollas en la mano de lanzar, pero igualmente mantuvo en blanco a Arizona. Las ampollas se poncharon y secaron justo a tiempo para su siguiente salida, y también fue muy buena: apenas admitió un hit –cuadrangular- para llevarse el triunfo ante los Cerveceros. Seguirá luchando contra las ampollas, y los bateadores seguirán viendo visiones ante su mortal cambio de velocidad: dicen que Campillo lanza la invisiball. En el mes, 2-0, 1.14 y 21 chocolates. En el año, 2-0, un minúsculo 0.99, 33 sopitas de pichón y sólo 5 pasaportes.

Jorge Cantú. El de Reynosa se ha asentado como tercera base titular de los sorprendentes Marlines de Florida. Su fildeo sigue dejando qué desear, pero ha estado consistente al bat. Lo más relevante ha sido su nueva actitud, más paciente, más disciplinada, menos obsesionada con el extrabase. Las 19 bases por bolas que ha negociado son noticia: es la misma cantidad que consiguió en toda su estelar temporada de 2005. Tampoco ha brillado en demasía. En mayo su tolete promedió .241, con 5 jonrones y 16 producidas. En el año lleva .271 con 8 cuadrangulares y 26 remolcadas.

Dennis Reyes. Como Joakim, el gordito sinaloense perdió en mayo su cadena de ceros colgados al rival. El especialista zurdo –y antizurdo- de los Mellizos de Minnesota, famoso porque estudia minuciosamente a los bateadores rivales (sabe dónde les duele) y porque, si lo llaman a la lomita, antes le prepara, por cábala, un café a su compañero Juan Rincón., sigue pitcheando bien. De 15 apariciones en mayo, tuvo dos parpadeos a mediados de mes (¿no hizo el café?), uno de los cuales fue una zarandeada e implicó tirar un salvamento. En el año lleva 1-0, con 2.55 de PCL.

Oliver Pérez. A los Yanquis se los tragó vivos, lanzando un partidazo contra sus clientes. También derrotó a los Rojos en otra salida de calidad. Pero en sus otras tres apariciones el de Culiacán fue Oliver Descontrolado Hyde. No perdió dos de ellas porque su equipo reaccionó a tiempo. En el mes tuvo 2-1, pero 5.58 de limpias. En el año lleva 4-3, 4.83, 50 ponches, que son muchos, y 41 bases por bolas, que son muchísimas.

Yovani Gallardo. El 1º de mayo, el michoacano estaba lanzando otro partido de calidad cuando un choque en primera base con Reed Johnson –que arrolló a Yovani- le provocó una ruptura de ligamentos en la rodilla. Fue operado y es improbable que vuelva a lanzar en la temporada (hay una mínima posibilidad). En ese partido tampoco le ayudó el bateo de sus compañeros y también se fue sin decisión. Termina la campaña con un magnífico 1.80 de carreras limpias.

Luis Ayala El de Los Mochis sigue siendo el caballito de batalla en el bullpen de los atareados Nacionales de Washington y el lanzador que ha participado en más partidos en Grandes Ligas esta temporada. Tuvo un mayo irregular, en que ganó un juego, perdió dos y tuvo un PCL de 6.19 carreras limpias admitidas por 9 entradas lanzadas. Esto pone su marca del año en 1-3 y 4.60

Alfredo Amézaga. El slump de bateo en el que cayó el de Cajeme a fines de abril movió a los Marlines a buscar un nuevo titular para su jardín central. Lo encontraron en Jacque Jones hasta el día 22. Entre tanto, Amézaga se lució en un juego contra Atlanta robando extrabases por todos lados, mejoró su bateo y se robó una base. Llegó Jones, lo mandó a la banca… pero está bateando menos que Alfredo, así que tenemos un duelo por esa posición. Amézaga bateó en el mes para .269 con 1 cuadrangular y dos producidas; en el año lleva .252 con su jonrón, 7 remolcadas y un robo.

Esteban Loaiza. El de Tijuana sigue a la baja. Tuvo una sola salida en el mes –un antiduelo de pitcheo con Jorge de la Rosa- y se lesionó. Ya está recuperado pero los Dodgers no lo han vuelto a llamar. ¿Qué harán con los 7 millones de dólares de su salario? Sus números en el año 1-2, 5.62, 9 ponchecitos.

Oscar Villarreal. El de San Nicolás de los Garza ha mejorado notablemente su juego, sus números de mayo son engañosos porque sólo en tres de 12 ocasiones los bateadores contrarios le hicieron daño. Lo que pasa es que en dos de ellas lo destazaron (una vez le metieron 6 carreras sin que pudiera sacar un solo out). En una de su buenas apariciones rapiñó una victoria. En el mes, 1-0, con 4.91 de limpias; en el año: 1-3 con 5.08.

Edgar González. Como era de esperarse, el Edgar que no es hermano de Adrián, fue degradado al bullpen. Todavía tuvo otras dos aperturas en mayo; una aceptable, en la que se fue sin decisión, otra terrible. Como relevista lo ha hecho mejor. El de Nuevo León tuvo marca en mayo de 0-0, con 5.54 de efectividad; en el año lleva 1-2, con 6.17.

Edgar González Sabin. El que sí es hermano de Adrián llegó como utility con los Padres y no lo ha hecho mal, bateando para .304 con 3 producidas en las ocasiones que ha jugado (normalmente en la tercera base). Veremos si esta hermandad de Padres es duradera. Ojalá.

Germán Durán terminó siendo víctima de la Línea Mendoza. Estaba jugando para los Rangers de Texas los juegos con abridor zurdo, pero su .193 de porcentaje (con 1 jonrón y 8 producidas en la temporada) allanaron el camino para otro prospecto. En tanto, el de Zacatecas esperará en la imaginaria.

Jorge de la Rosa, abandonado por los Reales, estaba realizando una campaña muy exitosa en AAA y fue adquirido por los Rockies de Colorado, necesitados de un quinto abridor. Con los de las Rocallosas ha tenido un par de salidas aceptables y tres horrorosas. Ya lo mandaron al bullpen, a trapear innings: lleva 1 ganado, 3 perdidos y 8.39 de limpias.

Luis Mendoza, (0-2, 9.31 de carreras limpias) está en rehabilitación y es posible que se reincorpore a Texas en junio.

Juan Castro (.000, 1 carrera anotada) fue contratado por Colorado, pero aún no hace su retorno a Grandes Ligas.

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