Flores nos llamó a Roma para que participáramos en
Por lo que nos adelantaron Flores, Solares y Antonio Mártir –a quien Flores, tal vez para paliar el retraso de la beca, lo había nombrado como una suerte de enlace entre la representación mexicana ante
Luego de la primera sesión plenaria, en la que se plantearon los puntos de vista generales,
Cuando llegamos, todavía no estaba hecho y además, por un error de Valdés (el de
Así que quedamos Valdés, que no tiene idea de lo que se grilló para esta Conferencia, y yo, que no tengo experiencia ni conocimientos suficientes para estos casos, en medio de representantes de todo el mundo y tratando de sacar una resolución importantísima. Valdés no quería hacer nada y se salía de la mesa con la excusa de que no había quórum. Me invitó una coca y me dijo: “Mejor nos hacemos pendejos y nos vamos a ver al Presidente”. Yo le dije que iba al baño y fui a buscar consejo con Mártir, que estaba en la otra comisión, atado a una silla, defendiendo las posiciones de México. Me dijo que usara “mi experiencia en Economía”.
-Tú aguanta, y manéjate como si fueras la mesa de una asamblea estudiantil. Es lo mismo, pero con traje.
Convencí a Valdés y regresamos al auditorio. Era evidente que no iba a haber quórum, pero los representantes de India y Yugoslavia –que eran, junto con Argelia y Cuba, los países con los que México, a través de Alfonso Solares, había grillado con antelación- propusieron que se instalara una Comisión Redactora y se creara otra comisión “para buscar a los compañeros no-alineados y reunirnos aquí a las cinco”. Igualito que en Economía. Aprobamos el asunto. Llegaron a ver qué resolución habíamos tomado los representantes de los otros dos bloques. El del Primer Mundo (Bélgica) se burló de nosotros. El del bloque soviético (Bulgaria) nos miró con paternalismo. Y sí, ahí estaba la comisión tercermundista haciéndolo todo de última hora, el vietnamita levantando la mano para tomar la palabra.
Me dediqué a torear a Valdés un par de horas, que se me hicieron eternas. A eso de las cinco y media
A las seis en punto de la tarde se fueron los intérpretes y todos teníamos que hablar en inglés. Esa fue la salvación, porque Valdés no sabe ni mais.
Valdés propuso que la resolución fuera solamente indicativa, porque no había quórum. A la hora de traducir, expliqué: “el Presidente [de la mesa] pide que la resolución sea indicativa, pero esa no es la posición oficial de México” y me eché el rollo de que tenía que ser oficial, porque los otros dos bloques tenían posición oficial. Siguieron hablando los delegados (“ya estoy cansado, manito, ya no le des la palabra a nadie”, me dijo Valdés), hasta que el cubano hace una propuesta de tres puntos concretitos: demos un voto de confianza a la iniciativa, avisemos mañana domingo a los delegados que no asistieron y vayámonos. Era el momento.
-Any objections? –dije- No? The session is closed, program approved. Y con gusto le pegué al martillo para declararlo.
Después Valdés, culero, no quería firmar el documento e insistía en que todavía había tiempo para ir a la recepción a
Al salir del Palacio de los Congresos, en una noche ya fría y lluviosa, Valdés me dice, todavía preocupado.
-Híjole, a ver cómo nos va.
-Nos va a ir a toda madre, no te preocupes.
Un par de días después, el Proyecto del Grupo de los 77, Comisión III, ganó un par de artículos muy favorables en la prensa italiana, sobre cómo México encabezaba la lucha de las naciones emergentes en pos de un nuevo orden mundial, coherente con
Más tarde hubo una reunión multitudinaria con el Preciso, y Flores aprovechó para decirle que el Licenciado Ceceña nos había escogido porque “le estaban echando a perder la escuela… son demasiado buenos”, y preguntarle qué onda con nuestras becas. El Señor Presidente dio instrucciones precisas al General Castañeda para que el asunto se arreglara, pero no vimos al hombre del portafolio.
-¡Cómo se puede querer tanto a alguien en tan poco tiempo! –exclamó.
Luego dimos una vuelta semiturística por el lugar (no había mucho que ver). Pasamos frente a la sede del Partido Comunista Italiano y la señora Echeverría pidió que le tomaran una foto frente al local. Pero sólo el fotógrafo de Presidencia. Llamó a Mapes y le pidió que posara junto a ella, “porque luego no me creen”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario