Esta es tal vez la primera entrega, tal vez la única, de una selección personal de textos publicados en Palabra en el año escolar 1970-71. Añadiré que dos de los autores, mis amigos Raúl Trejo y Hermann Bellinghausen, obtuvieron de adultos el Premio Nacional de Periodismo.
El Juego que todos jugamos
Raúl Trejo D.
Eres un hombre pequeño y común. Quieres ser libre sólo para ser esclavo de quien tú elijas. Sabes recibir pero no sabes dar. Sólo aplaudes cuando otros hombres pequeños lo hacen. No eres tú mismo.
Estás enfermo, hombre pequeño, muy enfermo, y a todo el que no tiene tu enferma normalidad lo llamas anormal.
Cada paso que das hoy es tu vida de mañana. Tu debes proponer, aceptar y rechazar por ti mismo. ¡Hazlo y dejarás de ser pequeño!
No nos conocemos, estamos solos dentro de nuestras propias jaulas. La sociedad actual nos ha aislado de los demás, hemos perdido la verdadera noción del afecto, tenemos miedo del contacto personal, tenemos miedo de amar. Nos han enseñado a ser agresivos, tenemos que vivir sólo para nosotros: nos aburrimos.
El concepto tradicional de los medios de comunicación tiene que acabar. Deben expresar necesidades reales, existentes. El teatro, como lo conocemos, se vuelve obsoleto. “El teatro no necesita acción, necesita verdad”.
Habiendo comenzado como un intento de renovar sistemas improcedentes, la obra “El Juego que Todos Jugamos”, de Alexandro Jodorowski es una muestra de cómo puede la realidad comunicarse al público. “Hay que darle al espectador algo más de lo que paga por su dinero”.
La obra es una constante crítica de una realidad que tiene que ser cambiada. Crítica irónica, apabullante por reveladora, nos prepara poco a poco para recibir una andanada de verdades y un mensaje.
Es una obra extraordinaria. Los actores no “actúan” porque los personajes son ellos mismos diciéndote algo que siente. Los espectadores la recomiendan porque les ha llegado muy dentro. Te la recomiendo, tienes que verla. Estamos rodeados de espectáculos mediocres y esta es una afortunada excepción. Cuando vayas, no pienses en los melodramas que crees son teatro. Prepárate a encontrarte con la realidad. Y en cierta forma, hay que ser valientes para aceptarla,. Está en el Teatro Ofelia. Ve y luego vuelve a leer este artículo. Lo entenderás mejor.
Estamos en vísperas de la tercera guerra mundial, necesitamos cambiar. ¿Qué vas a hacer los días que te quedan por vivir? ¿Vamos a seguir jugando como siempre lo hemos hecho? Cada quien juega a ser algo. Cree que es suficiente con cumplir mediocremente su ocupación, sin pensar más que en sí mismo.
Nacen diez niños por cada adulto que muere. Amontonamiento-miseria-desastre-hostilidad-discordia...
El mundo es horrible pero yo no tengo que vivir una vida horrible. El mundo es horrible pero... ¡tú eres la solución! ¡Asume tu responsabilidad!
El mundo es horrible pero yo no lo voy a destruir, voy a vivir en él.
Le dará lo mejor de mí, lo voy a cambiar, pensaré y construiré mi propia vida y no me dejaré abatir: lucharé, tendré fe. Si yo mejoro, la sociedad mejorará.
Alguien tiene que comenzar y voy a ser yo.
Ahora mismo.
“El que lance la primera piedra”
Pablo MedinaMora
“El que lance la primera piedra es que no ha pecado”.
Si no la lanzo, es que he sido un cobarde. Si la aviento, lo soy más.
Está dicho: soy cobarde: y es lo que más me duele decir.
No soy capaz de cerrar el puño y con todas mis fuerzas sujetar a la realidad.
No soy capaz de vivir ni sentir un ideal, y por eso vivo espantado.
No soy capaz de juzgarme, y por eso juzgo a los demás.
No soy capaz de inquietarme, prefiero estar tranquilo.
No soy capaz de comprender. Tengo miedo a verme reflejado.
No soy capaz de amar, prefiero ser cobarde, y no lo quiero aceptar, pero los hechos son los que hablan.
Sólo hay dos caminos: coraje o cobardía; inquietud o comodidad; valor o temor; búsqueda o castillos en el aire; virtud o pasión.
Pero me he atrevido a decir, me ha costado trabajo, ya no soy tan cobarde.
De la Juventud como Fuente de Actitud
Raúl González Rodarte
Partiendo de las últimas referencias, tales como el movimiento de mayo en París, el de octubre en México y otros movimientos de guerrillas urbanas y rurales, tomando en cuenta también los movimientos urbanos y el movimiento hippie politizado que cundió cuando se creo la semiutópica Woodstock, se concibe que la juventud ha partido de la crisis en que se encuentra el Establishment y ha querido destruirlo por completo.
Es así cómo, por ejemplo, los Panteras Negras en los EU quieren constituir una nación negra de tipo marxista. Se ha hablado de drogadicción y de promiscuidad sexual de los grupos que, paridos por una sociedad burgueso-decadente, se han unido por un ideal de verdadera innovación – o más bien de destrucción.
Pero ¿qué es lo que se merece una sociedad asesina y con la promiscuidad dentro de sus asquerosas alcobas blancas y olorosas a perfumes abortados por el tecnicismo mal llevado, así como multitud de objetos que sirven a los pequeños puercos que, deambulantes en las calles, creen que siempre será lo mismo: siempre será la oficina, la mujer, los hijos estudiosos que seguirán sus mismos pasos, la prostituta que satisfará sus desviaciones morales producidas por la publicidad sexual?
El sistema político abstracto, represivo, sucio; el sistema ahoga a sus individuos en un mar de porquería. Emergente de éste, la revolución en todos los campos, producida por la juventud que ya no cree en la década de los 50s. Esa juventud por lo menos trata y tratará de mejorar las cosas, y de ahí se desprende el sentido crítico que todo joven debe tener para desenajenar el medio. Ese es el caso, aunque quizás el engrane socio-político se los tragará para llevárselos al río pseudo-blanco y pseudo-verdadero.
La actitud es buscar en los escombros de una civilización en ruinas (o casi) para tratar de que el cambio surja por sí solo, casi imperceptible a los ojos de la historia. No vendarse los ojos y ver lo que conviene y no conviene –quizás la causa de la violencia sea la sobrepoblación-. “¿Serán las drogas, la sexualidad? ¿Cuál será la causa de la revolución juvenil?”, dijeron los enanos del sistema.
¿Cuántas veces has oído decir “Nixon me da lástima”? ¡Nunca llegaremos a la utopía sobre nuestra blancas nubes de la sociedad de consumo!
Piénsalo positivamente.
Poemas-con-los-Cuales-Resulta-Imposible-Preparar-Gelatina-de-Pollo
(fragmento)
Hermann Bellinghausen
Quién eres tú?
Eres hielo
Eres agua
Eres deseo
Fuego voraz
Devoradora de mis entrañas
Trastorno nocturno.
Tu eres volcán
Y nube de montaña
Eso eres tú
Niña de hielo y agua,
Había Una Vez Una Coladera Tienda
Hermann Bellinghausen
Hace un tiempo hubo un tiempo. Claro que por supuesto no había tiempo. Pero en ese tiempo vivió un rey alto, rubio y barbado, luchador en las guerras y siempre triunfante. Tenía fama de ser invencible. Redegundo, se llamaba.
Redegunda era su esposa. Mujer noble y callada, de ojos verdes, mirada verde y jardines verdes. Le decían La Reina Verde, aunque a ella le gustaba más el rojo.
Redegundo a veces parecía niño. Jugaba a las canicas en las trincheras y saltaba a la cuerda en los jardines.
Una vez el rey salía a una guerra muy importante y fue a despedirse de su reina consorte:
-Amada señora, voy a la guerra a matar enemigos.
-¿Por qué a matarlos y no a darles de comer? –dijo ella, chupando una paleta roja.
-Qué los monjes les den comida; a mí que me den sangre,
Redegunda lloró como nunca porque su esposo iba por sangre. Qué pena, qué pena, qué pena.
-Pero si la sangre es roja –decía el rey para consolarla- y ti te gusta mucho el rojo.
“No seas tonto”, pensó ella, pero no le dijo nada y siguió llorando.
El rey se puso a cantar: “Melusina Melusina/ Reina de los caracoles/ Reina Crinolina” en el balcón para despedirse de su esposa, pero estaba tan emocionado que se hizo pipí en los calzones bordados que le hizo la reina para el día de su cumpleaños.
A Redegunda le dio tanta risa que se tragó la pelota y ya mero se ahoga. A Redegundo le dio mucha pena y ya no fue a la guerra.
Desde entonces ya no hay guerra, y todo el mundo juego a las canicas y salta la reata.
10 Mandamientos del Sistema Burgués
Luis Pío
1.- Amarás al sistema (gobierno, Estado, sociedad) más que a los hombres.
2.- Apoyarás a los líderes impuestos por el partido oficial.
3.- La Revolución será tu Dios, el partidazo y el presidente, los profetas.
4.- No pensarás, pues todo el que piensa es subversivo
5.- No criticarás, ya que la crítica es la madre de los cambios político-sociales.
6.- Oirás La Hora Nacional y creerás en los informes presidenciales.
7.- Adorarás, glorificarás y rendirás pleitesía a los pastores en turno.
8.- Te enajenarás al sistema y despreciarás la dignidad y libertad humanas,
9.- Aplicarás por lo menos tres veces al día la Ley del Talión y la de Herodes. Tus virtudes deberán ser: demagogia, monólogo, enajenación, servilismo, violencia, venalidad y felonía.
10.- Repetirás de noche, antes de acostarte, las máximas de nuestro gremio: “No pienso, luego no soy subversivo”, “Mejor un fin espantoso que un espanto sin fin”.
México 71
Luis Pío
Para calmar tu hambre
Te cortaron un brazo y los verdugos
Lo cocieron en tinta y en palabras
Y te lo dieron crudo.
Mordiste tu propia carne,
Tu propio hueso,
Tu propio nervio.
Al hambre se unió el dolor.
Probaste tu propia sangre
Servida en vaso-discurso
En vaso-cambio-presidencial
En vaso-todo-lo-anterior-es-malo...
Y sentiste que ni siquiera
Tenías el valor de restregar
Tu muñón ensangrentado
En el rostro cruel y perfumado
De quien cínicamente te prostituía.
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