Soy un votante indeciso para las presidenciales y también para la jefatura de gobierno del DF.
Ayer, las huestes de Bejarano y compañía facilitaron un tramo de mi decisión. Al triunfar Marcelo Ebrard en la interna del PRD, me queda claro que no votaré por ese partido para el gobierno de la capital. Chucho Ortega estaba lejos de tener mi voto, pero no estaba automáticamente descartado, como sí lo está Marcelo, representante de la peor combinación de priísmo y perredismo.
¿Qué otros candidatos hay? A Beatriz Paredes la considero inteligente, con ideas, progresista y preparada. Gobernó bien Tlaxcala y es uno de los pocos priístas respetables. Pero hay tres cosas de su candidatura que no me gustan: su silencio cómplice durante los sainetes Madrazo-Montiel-Elba, su campañita de jingles zonzos que apelan al corazón y no tienen propuesta y su partido.
Demetrio Sodi, a pesar de sus cambios partidistas, me parece una persona honesta y con ideas. Es el único de todos los candidatos en liza que ha hecho propuestas concretas sobre los problemas de la ciudad. Un hombre que, por lo menos, da la impresión de que sí conoce la urbe que lo vio nacer y en la que vive. No me gusta su lógica de venta de su candidatura.
Jesús Galván y los otros precandidatos del PAN-DF demostraron su fracaso cuando no supieron detener a la aplanadora de AMLO en el periodo 200-2003 cuando pasó por encima de ellos -que tenían una buena representación en la Asamblea-. Después de conocerlos un poco de cerca, los del PAN-DF me dejaron la fuerte impresión de ser unos inútiles y vividores.
Así las cosas, Sodi puntea en la búsqueda de mi voto, pero Beatriz o algún otro se puede colar. Estaré atento a las encuestas: si hay alguien capaz de darle un susto a Ebrard, para ese candidato será mi "voto útil".
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