Ni crean que se la iban a perder
Mexicanos en GL. Mayo
Hace tres años, el zurdo Oliver Pérez anunciaba que sería el heredero de las glorias del gran Toro Valenzuela. En 2005, tras un inicio trastabillante y un berrinche, enterró esa posibilidad. Empezó 2006 todavía peor, hasta en AAA se vio mal y terminó la temporada regular con 3-13, antes de un discreto desempeño en los playoffs. Pero este año, el de Culiacán ha renacido. Ya lo podemos asegurar. Esta noticia, junto con la lesión en mal momento de Joakim Soria, la continuación de la buena campaña de Adrián González y los desplomes de Jorge De la Rosa (beisbolístico) y Jorge Cantú (anímico) son las principales noticias de mayo para los mexicanos en Grandes Ligas.
Aquí su seguimiento, siempre de acuerdo con el desempeño acumulado en la temporada:
Oliver Pérez. Ha regresado el romance entre la bola y Oliver. Su mecánica de pitcheo se corrigió y lo ha mantenido en control, y su slider nunca fue tan impresionante. Tuvo un mayo magnífico, con 4 ganados, 1 perdido, cinco salidas de calidad y un PCL de 2.01. De hecho, su juego perdido fue por una sucesión alucinante de errores. En la temporada los rivales le batean para menos de .200 y es el tercer mejor lanzador de la Liga Nacional en hits y bases por bolas aceptados por inning lanzado. Acumula 6-3, con 2.69 de carreras limpias y la friolera de 61 ponches. Y por si algo faltara, batea por encima de .300.
Adrián González. El cuarto bat de los Padres estuvo apenas un poco menos productivo que el mes pasado. Mantuvo su porcentaje cerca de los .300, con 5 bambinazos subió su total del año a 12 y produjo 11 carreras, con las que suma 36 y sigue en la pelea por el liderato en la Liga Nacional. Encabeza a San Diego en prácticamente todos los renglones ofensivos.
Joakim Soria. El coahuilense se mantuvo durante casi todo el mes como cerrador de los Reales de Kansas City, incluso después del regreso del anterior titular, Octavio Dotel. Si bien echó a perder 3 salvamentos (su récord pasó a 1-2) y su promedio de carreras limpias admitidas subió a 3.47, aumentó a 10 el número de rescates. Se veía sólido en el puesto hasta que una inflamación en el hombro de lanzar lo puso temporalmente en la lista de lesionados.
Rodrigo López. Otro lanzador irreconocible este año es el de Tlanepantla. Se pasó casi todo mayo en la lista de lesionados, pero regresó dominador, a ganar de nuevo. De cinco salidas, no lleva una mala, Su record es de 2-0, su efectividad de 2.35 y sólo se le embasa, en promedio, un bateador por entrada lanzada.
Oscar Villarreal. El de Nuevo León ha mejorado su rendimiento con los Bravos de Atlanta, donde se está desempeñando, esencialmente como relevo largo. De 10 apariciones en el mes, sólo en tres ocasiones le pegaron, lo que ha incidido en un mejor porcentaje de limpias admitidas: 3.38 y mantiene el 1-0 en ganados y perdidos.
Edgar González. El regreso de Randy Johnson a la rotación de Arizona significó un revés para el de San Nicolás de los Garza, quien fue bajado al bullpen. Como relevista intermedio tuvo suerte desigual. Una dolencia temporal del Big Unit le permitió a Edgar abrir juego y cumplió con creces, derrotando a los Astros. Seguirá tocando la puerta para recibir otro chance: lleva 2-2, con 4.42 de efectividad.
Jorge de la Rosa. El regiomontano de los Reales empezó bien mayo, con dos salidas de calidad y una muy deficiente. La tercera fue regular y las dos últimas han oscilado entre lo malo y lo desastroso. En una lo mató el descontrol; en la otra, por no dar pasaporte, le fonguearon la pelota. Su récord del mes: 2-3, con 6.09 de efectividad. El del año: 4-5, con 4.97
Alfredo Amézaga. El utility de Florida jugó la mayoría de los partidos en mayo, sobre todo en el jardín central. Empezó a robar bases, con 3. Su guante es tan seguro que ha entrado en labores defensivas incluso como outfield. Su bat se ha callado bastante. En mayo su promedio fue apenas de .208 con 5 impulsadas. Lleva .245 en el año, con un cuadrangular y 12 impulsadas.
Elmer Dessens. Apenas vio acción en 3 partidos durante mayo, para los Cerveceros. En uno de ellos le batearon sin misericordia. Problemas en el hombro lo mandaron a la lista de lesionados. Su marca en el año: 1-1, con 6.60 de limpias.
Dennis Reyes. Otro pitcher lesionado y con problemas, aunque mejoró un poco respecto a abril. En el mes, tras seis apariciones irregulares, perdió un juego y terminó lesionado, con una inflamación en el hombro izquierdo. Su marca: 0-1, y 6.57 de efectividad.
Humberto Cota. Regresó a fin de mes de la lista de lesionados. Suficiente como para batear un faul que dejó a Ryan Freel conmocionado (chocó contra la barda al atraparlo) y subir su porcentaje a .286.
Jorge Cantú. Su regreso al equipo grande de Tampa Bay no ha sido amable. Ha jugado esencialmente la primera base (y resulta que Carlos Peña ahora ya batea), pero como sustituto, lo que tiene al de Reynosa visiblemente enojado. Sus declaraciones respecto a su situación (“son pendejadas del equipo”) y su abierto deseo de salir de la organización de las Mantarrayas actúan en contra de sus probabilidades de regresar al equipo titular. En el año lleva .267 de promedio, con solamente dos carreras impulsadas (y una fue con un elevado de sacrificio).
Oscar Robles. Jugando muy de vez en cuando, Robles batea para .238 con los Padres. Ha impulsado dos carreras y cumplido muy bien a la hora de fildear.
Juan Castro. Guante de oro, bate de chicle, Juan de Dios “mejoró” su promedio a .151, con 3 impulsadas, como parte de la debacle de los Rojos de Cincinatti.
Esteban Loaiza estaba curado de sus problemas en la espalda, y a punto de regresar a la rotación de Oakland, cuando se le presentaron problemas en los meniscos. Será en junio su retorno; Luis Ayala iba a regresar en estos días, según los planes iniciales de los Nacionales de Washington; una revisión médica lo pospone a fecha indefinida; Yovani Gallardo está en lista de espera para subir de AAA y –dicen- al estrellato, apenas encuentren una excusa en Milwaukee para hacerlo.
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