En el primer semestre de Economía me encontré con un cuate de la colonia, que encabezaba un grupo de chavos muy macizos, entre los cuales estaban el Coco Almazán y otros tres ex jugadores de los Pointers. Era alto, flaco y tenía una greña ondulada que le bajaba casi a media espalda. Se apellidaba Lavalle. Y era, para nosotros, el Maese Lavalle.
-Maeses, está mal eso de tener clases en Semana Santa.
-Maese Lavalle ¿por qué te decidiste a estudiar economía?
-Porque estoy muy preocupado por el futuro del muundo. El oro se va a acabar. Y si no hay oro, pues se van a caer todas las economíias. Yo por eso me quiero ir a Israel. Porque allí no va a haber ese probleema.
O en otra ocasión. –Maese ¿cómo te fue en tu examen de matemáticas?
-Maaal.
-¿Estaba muy difícil?
-Neeel. Estaba fácil. Eran cuatro preguntas de cierto o falso y yo fallé dos. Puse que todas eran falsas, pero dos eran verdadeeras. Le dije a la maestra que puse así para que las otras dos fueran más faalsas.
Una vez fue él quien empezó la conversación:
-Vi el otro día a Luis Chávez (uno de los pachequitos de su grupo) y estaá muy mal.
-¿Por qué?
-Imagínate, hizo un dibujito de Cristo (saca de su morral un papel con un dibujo y me lo enseña). ¿Verdad que está mal?
-Pues es un dibujo como cualquier otro.
-Neel. ¿Cómo puedes pretender dibujar a Cristo, si Cristo es el verbo encarnado? Es un atrevimiento. No se puede dibujar la luuz.
-No, pus no se puede dibujarla.
El Maese Lavalle sólo tomaba una clase conmigo. Geografía. Decía Mapes que cuando, sin razón aparente, Lavalle se daba la vuelta y lo miraba a los ojos, le daba miedo. Pues bien, el examen final de geografía consistió en un tema por fila. A desarrollar todo lo que sabíamos de ese tema. El Maese terminó en 20 minutos, entregó su hoja y salió muy tranquilo. Mapes y yo nos quedamos viendo los gestos desconcertados del maestro Bassols mientras la leía con ojos cada vez más abiertos. Empezamos a reír. Bassols dijo en voz alta: “¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡Esto es increíble!”. Luego se dirigió al salón, interrumpiendo el examen:
“Miren. El tema es ‘Población en México’ y el examen dice: ‘Población de México: 57 millones de habitantes; Ciudad de México: 8 millones; Guadalajara: 2 millones; Monterrey: 1 millón; Puebla: 200 millones; Los Ángeles: 5 millones’ Es todo”.
La clase entera se desternillaba de risa.
-“¡No se rían! ¡Esto es trágico!”, exclamó Bassols, con su voz nasal. Lo único que logró fue provocar más carcajadas, media clase se retorcía y no podía parar “¡Que no se rían! ¡Es trágico!”.
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