En las presidenciales, las cosas siguen como de costumbre.
Calderón no prende y apuesta al voto por default; el Peje combina demagogia para el consumo público y amarres oscuros para el consumo y la inversión política privados; Madrazo está cada vez peor; Mercado es una versión inferior de Rincón Gallardo y Campa, pobrecito, no sabe en la que se metió.
Ví a los cinco con López Dóriga. Creo que a Felipe le hicieron más daño sus respuestas directas sobre aborto, eutanasia y píldora del día siguiente que lo que afectaron las evasivas a López Obrador y Madrazo. Quien más me gustó fue Mercado, y Campa fue el único que no se vio hábil, al grado que López Dóriga se retiró con las orejas y el rabo del candidato de Nueva Alianza.
---
Donde ya empiezo a definirme es en el DF.
La elección de Marcelo terminó con mi improbable voto por el PRD. Si Nueva Alianza postula a Cinta, está perdido (Cinta, ese joven politólogo-empresario, supuesto estratega de Labastida, demuestra porqué el priísta perdió en el 2000: nomás con ver el pésimo diseño de su póster, en el que parece un gandallita por encima de las masas, apuntándole al elector). Alternativa cometió el error de postular a un ilustre desconocido, haciéndole un favor pequeño (tan pequeño como el PASC) a Ebrard.
Eso dejaba dos candidatos dos: Beatriz Paredes y Demetrio Sodi.
Respeto a Paredes intelectualmente. Pero hoy, al responder con evasivas el vergonzoso caso del gobernador de Puebla, atrapado en pleno tráfico de influencias para proteger a un protector de pederastas, para atacar la libertad de expresión y para pasarse la ley por los güevos, Beatriz demostró que antes que una mujer inteligente es una priísta en el peor, mafioso, sentido de la palabra. Perdió mi respeto moral.
Si hoy fueran las elecciones para jefe de gobierno del DF, votaría por Demetrio Sodi, candidato de Acción Nacional.
2 comentarios:
¿Porque la selección del voto se tiene que hacer por eliminación?
¿Porque nos tenemos que conformar con el menos pior?
Por cierto que ahora me fallo
reforma.com al no cubrir el caso en cuestión en la portada de hoy.
Hay dos razones para ello: la crisis de representatividad de los partidos políticos y el método de elección a una vuelta.
Me explico: en México vivimos una situación en la que, crecientemente, los ciudadanos no se sienten representados por los partidos políticos. Hay una suerte de rechazo generalizado a la clase política. Tendemos a pensar en "ellos" y "nosotros".
Los partidos se han convertido en meros vehículos para tomar el poder. Cada vez cuentan menos los proyectos (por no hablar de ideologías)y cada vez más cuentan la imagen y el marketing.
Aparte de eso, como aquí sólo hay una vuelta para elegir (es decir, puede ganar alguien con menos de la mitad de los votos, como lo hicieron Fox y AMLO en el 2000), entonces la lógica del elector pasa de "quién es mi preferido" a la de "quién no quiero que gane".
Esa lógica fue, por ejemplo, la que evitó que Democracia Social consiguiera su registro en el 2000. Pero resulta muy difícil salirse de su yugo.
En estos momentos, a pesar de los pesares -y de que, honestamente, es pésima candidata- pienso votar por Patricia Mercado... pero si sintiera que Madrazo tiene chance de ganar, votaría por su principal rival.
En el caso del DF, la crisis de representación es todavía más notable, ya que la peor parte del PRD es la que domina. Seguro Marcelo ganará. La pregunta a hacerse es qué tipo de oposición conviene presentar como la más fuerte. Cuando Beatriz nos dice que su filiación partidista cuenta más que su persona, al menos a mí me envía un mensaje negativo. Sodi siempre ha viajado "de gorra" en la política, pero conoce la ciudad, conoce al PRD, sabe de sus debilidades y dónde pegarle. No ganará, pero no estaría tan mal que tuviera más influencia.
Publicar un comentario