Cuando las Ligas Mayores entran en su larga recta final, dos mexicanos en equipos contendientes brillan de manera inusitada. Uno ha sido una estrella intermitente, apagada casi todo el año, pero que en agosto fue deslumbrante. El otro, un jugador que parecía no dar nunca el estirón, y ahora ha sido muy dominador. Esteban Loaiza y Dennis Reyes. En contraste, la suerte le abrió una oportunidad a la supernova de talento llamada Oliver Pérez, pero el zurdo de Culiacán se hundió todavía más en un hoyo negro. Por otra parte, septiembre será el mes en que los Rockies de Colorado le den a Vinicio Castilla la digna despedida de
Dennis Reyes. El zurdo de los Mellizos de Minnesota tuvo 15 apariciones durante agosto; es decir, intervino en más de la mitad de los partidos. No permitió una sola carrera (de hecho, no lo hace desde el 5 de julio) y su contribución ha sido mayúscula en la pelea de su equipo por la división más dura del beisbol: la central de
Adrián González. El hijo del fundador de los Potros de Tijuana no tuvo un gran agosto. Bateó sólo para .245 con un par de cuadrangulares y 11 producidas. Pero ha tenido un año consistente, y probablemente brillará en postemporada, si su escuadra alcanza a calificar. Sus números a lo largo del año son ahora .291 de porcentaje, con 21 jonrones y 64 remolcadas.
Esteban Loaiza. El de Tijuana demostró que está hecho de otro material y regresó por sus fueros en agosto. Hay que decirlo: fue el mejor jugador de las Mayores en el mes. Tuvo 6 salidas: regulares, las dos primeras; de calidad, las dos siguientes y extraordinarias, las dos últimas. Ganó cuatro de esos seis juegos, lanzando para 1.38 de limpias. Su marca antes del mes era de 4-7, con 6.72 de PCL. Ahora es de 8-7 con un mucho más decente 4.82 en el año. En su resurrección, Loaiza puede ser clave para que los Atléticos de Oakland al fin regresen a
Oscar Villarreal. Las lesiones de los abridores de los Bravos de Atlanta le abrieron al regiomontano la puerta para abrir juegos, y no lo ha hecho mal. Los Bravos lo están cuidando para que sus salidas no sean demasiado largas. Dos de ellas fueron buenas: una la ganó, dejando a los Nacionales en un hit en cinco entradas; en otra dejó el juego empatado a uno y en la tercera fue salvado por su relevo. Actualmente su record es de 9-1 y 4.17 de limpias.
Rodrigo López. El de Tlanepantla está ahora en solitario como líder en derrotas de las Mayores, con récord de 9-14. Sigue siendo inconsistente: sus dos ganados y tres perdidos en el mes fueron justos. Las victorias fueron cuando lanzó bien. Terminó el mes con 6.17 en carreras limpias.
Elmer Dessens. Dedicado al relevo intermedio con los Dodgers, ahora líderes de
Jorge Cantú. Dicen que ahora son espasmos en la espalda. El caso es que el tamaulipeco está lejos en 2006 de su campaña estelar del año pasado. Recibe más bases (no muchas), pero se poncha mucho y anda escaso de poder. Dos jonroncitos, 15 producidas y un robo es lo que puede presumir en agosto (el porcentaje mejor nos lo callamos). En la temporada lleva .243, 11 cuadrangulares y 56 impulsadas.
Alfredo Amézaga. Sin duda, es el mejor año de su carrera. No sólo lo ha hecho bien en su fildeo –que para eso lo contrataron- sino que ha sido muy efectivo entre las colchonetas. El sonorense ya superó con creces
David Cortés. El de Mexicali está esperando a que los Rockies lo reactiven. Lleva números de 3-1, con 4.30 de carreras limpias.
Juan Castro. Con los Rojos, el de Los Mochis ha tenido mucho menos acción que con los Mellizos. En el mes sólo tuvo 19 apariciones en el plato. En la campaña lleva .250, con 3 cuadrangulares y 24 producidas.
Vinicio Castilla. A partir del 1º de septiembre, fue reactivado por el equipo de sus amores, los Rockies de Colorado. Jugará en Coors Field, la casa de sus hazañas, los últimos momentos de su carrera ligamayorista. Esperemos que le vaya muy bien y que mejore los números de la temporada 2006: .232, 4 jonrones, 23 producidas.
Oliver Pérez. La suerte se puso del lado del zurdo cuando se lesionaron las estrellas del montículo de los Mets, Pedro Martínez y Tom Glavine. Oliver regresó de AAA, y en su primera apertura lanzó cuatro innings sin hit antes de ser apaleado por los Filis, pero no perdió el juego. Le dieron otra oportunidad, pero en el peligroso Coors Field, de Colorado. Le pegaron 12 hits y le anotaron siete carreras en sólo tres entradas de labor. Willie Randolph le volverá a prestar la pelota, con mano temblorosa, sólo cuando los Mets hayan asegurado su puesto en los play-offs. Tiene un horrendo 2-11, un igualmente espantoso 7.29, casi tantos pasaportes como ponches (y eso que es un ponchador nato) y los rivales le batean por encima de .300. ¿Resurgirá como Loaiza? Al parecer tendrá que esperar bajo tierra hasta el 2007.
Jorge de
Edgar González. Fue removido a AAA. Lleva 1-2, con 6.79.
Humberto Cota. Sobrevive milagrosamente en el roster de los Piratas. El receptor sustituto fue 12 veces al bat en el mes, y pegó dos hits. Su promedio es ahora submarino: .198. Ha producido sólo una carrera desde el 24 de abril.
Miguel Ojeda, Oscar Robles y Ricardo Rincón son los otros mexicanos que han visto acción en la temporada.
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