Las clases en segundo de prepa eran una güeva. Sólo me interesaba Historia de México. Había un día horrible, el miércoles, que era para biomédicos: Anatomía, Matemáticas, Biología, Laboratorio de Biología, Química, Laboratorio de Química. Un tormento.
Además de los entrenamientos de atletismo, mi refugio escolar era el cubículo de Brehm, donde a menudo recalaban los Raúles, Hermann y otros cuates con pretensiones intelectuales, a los que apodamos “Los Turrunes” (Marcelo Uribe, Juan José Huerta, Pancho Arce, “Cocoa” Alvarez), y platicábamos de literatura y filosofía.
Yo seguía escribiendo. Hice varios cuentos y empecé mi primera novela (la primera de muchas inconclusas). Era acerca de nuestras chocoaventuras y tenía un nombre ridículo: “Encerrados en el Círculo Cuadrado”. Hoy la hubieran llamado “blog”.
Mucho más desarrollado fue el proyecto que hicimos los dos Raúles y yo para una obra de teatro, que presentamos en un “retiro espiritual” en el ex seminario de San Cayetano. Tenía un nombre muy chistoso, pero adecuado: “Extraño Coloquio”. Se trataba de una reunión de cuatro chavos muy diferentes, cuatro arquetipos que discutían de todo y de nada: las drogas, el sexo, la desigualdad social y el papel de la iglesia. Tomé dos de los nombres de una novela de Sáinz: Menelao (Raúl Trejo) hacía de chavo fresa (en el sentido antiguo de la palabra), conservador, antimariguana y borracho; Balmori (Kycho Chávez) hacía de hippie. Mi personaje se llamaba Adán y era un marxista. Raúl González Rodarte se hizo su personaje a la medida: se llamaba Marcio y era epicúreo. Adán se burlaba de él: “¿No te maquillaste hoy?”. En la escena final, luego de que Menelao se había ido asqueado porque se iba a fumar mariguana y de que Balmori hablara acerca de sus contradicciones (Adán no tenía, era el bueno de la obra, el proscenio se apagaba, alumbrando sólo a Marcio/González Rodarte, quien decía: “Yo soy el semen perdido en las entrañas” y hacía la señal de paz y amor.
De los cinco actos de que constaba la obra, yo escribí uno (el más malito), y cada uno de los Raúles escribió dos. La presentación fue un éxito: le dimos 20 minutos de conciencia social a los chicos del Patria. Luego unos profes nos pidieron que la representáramos en casa de uno de ellos, frente a los que no fueron al “retiro” (que era más bien jugar fucho de día, escuchar un rollo en la tarde y echar desmadre en la noche, sobre todo apostando en una ruleta).
Otro proyecto que realicé con Trejo fue un periódico ilegal y contracultural. El nombre, Subterráneo, correspondía al propósito. No se puede decir lo mismo del contenido, que era bastante adolescente y ligerito. Lo hacíamos en un mimeógrafo de alcohol que Raúl tenía en su casa.
El gesto personal era importante, y por lo que el periodiquito valió la pena. La sensación cuasirevolucionaria de caminar por las calles del centro para comprar los stenciles. El miedito al distribuirlo por la Zona Rosa, los alrededores de Prepa 4 y en C.U. Creo que lo único realmente epatante de Subterráneo eran los poemas asqueróticos de González Rodarte (“cenizas, semen y sangre”: tenía fijación por el semen).
Lo dejamos de publicar luego de tres números (en el último no teníamos con qué llenar media plana y se me ocurrió un dibujo de “Pico”, la mascota del Mundial del 70, así de subterráneo era).
A pesar de lo light que éramos, hay una anécdota de la época que me encanta: un día escuché a Felipe Ortiz Monasterio y Ugarte, el cuate más fresa, reaccionario y mamón de la prepa decirle a otro: “No que juntes ni con Trejo, ni con González Rodarte, ni con Báez”. “¿Porqué?, pregunta el otro. Ortiz Monasterio y Ugarte responde: “Porque Trejo es comunista, González Rodarte es mariguano... ¡Y Báez es las dos cosas!”.
9 comentarios:
hola soy martina, en este articulo mencionas a uno de los actores de la obra, que era Kycho chavez, no se si sea el mismo que yo creo que sea, las coincidencias de que haya mas de un kycho chavez, son unicas, porfavor me gustaria saber si es le mismo kycho chavez, el que mencionas, al kycho chavez dueño de los kychos´s. Gracias
No lo puedo asegurar, pero apostaría a que es el mismo. Un tipo simpático, desmadroso, que le caía bien a todos y que llegó a correr los 100 metros en 11 segundos. Mauricio Chávez Mayer.
si ese mismo, era mi papa, puse su nombre en google, y salio esta pagina, me llamo mucho la atencion. Es q mi papa me contaba muchas cosas que hacia de chavo, supongo que hizo tantas cosas que se le olvido ocntarme que participio en una obra de teatro o que corrio 100 metros en 11 segundos. Tu ibas con el en el patria? Sabes de mas cosas que hizo o tendras fotos de la obra cuando eran chavos?
"Era mi papá", dices. ¿Murió?
Kycho se juntaba con los cuates ricos, los que tenían carro, pero -a diferencia de ellos- se llevaba con los clasemedieros, que éramos mayoría. Ejemplo de ello es que haya participado en la obra (no tengo fotos y dudo que Raúl Trejo tenga).
Aunque estábamos juntos en el equipo de atletismo, sólo una vez me tocó estar con él en el mismo grupo. Era super-relajiento.
Había un cuate, Rodrigo Franyutti, muy mocho y seriecito, que quería ser monje y acabó de profesor en la Salesiana. Las bancas eran metálicas, con un compartimiento abajo para que pusieras tus libros. Pues una vez Kycho agarró un Excelsior -ese periódico gigantesco-, lo colocó en el compartimiento de metal de la banca de Franyutti, y le prendió fuego. El pobre de Franyutti, incapaz de levantarse, gritar y mentarle la madre a Kycho -que es lo que hubiera hecho cualquier tipo normal- nada más se deslizaba hacia la esquina de su banca, en medio de las risas generalizadas, y algo sádicas, de la clase.
Como atleta, tenía grandes cualidades, pero era algo güevón. Fumaba, lo que era malo, pero no terrible porque su prueba era anaeróbica. Y no hacía pesas. Era muy vivo y ganaba las salidas. En un campeonato del DF corrió los 200 metros y entró a la recta con un ventajón que nos sorprendió a todos (yo creo que iba a romper el récord nacional), pero empezó a trompicarse antes del final, del ritmo excesivo que llevaba, y no ganó la prueba.
...y claro, yo estaba en el Patria. Eso se puede leer en otras entradas de este blog.
Si, lamento decirte que mi papa murio este 27 de julio en acapulco. Ha sido un acontecimiento bastante triste. Mi papa ya habia sufrido varios infartos. hace unos meses se regreso a vivir a acapulco y estaba muy feliz, el 12 de julio lo lleve al hospital porque le dolia la panza, en urgencias le diagnosticaron apendicitis y el 13 de julio en la manana ingreso al quirofano. Todo salio bien, pero la herida no cicatrizaba, pero nunca se sintio mal, ni le dolia, hasta que el 27 de julio decidieron que lo tenian que operar otra vez para drenarle la panza y tenian que anestesiarlo, y durante la anestesia su corazon ya no la resisitio y fallecio.
te agradezco que me respondas estos mensajes, estan padrisimas las anecodtas de la banca, aparte me lo imagino perfecto.
Tu vives en el df?
Qué mala, qué pésima onda. Lo recuerdo como un cuate muy vital.
Sí, vivo en el DF.
ok manana viernes 3 de agosto los mismos compañeros del patria le organizaron una misa en san agustin a las 8 de la noche por si gustas asistir. Y el 27 de agosto es otra misa a las 6 en san ignacio de loyola.
Pues q te vaya muy bien, fue un gusto chatear contigo.
b´bye
que malos, Franyutti fue mi profesor en la Salesiana y era muy bueno, pero en fin son anécdotas de chavos.
Franyutti también fue profesor en la Salesiana de mi psicólogo familiar. Era estudiante aplicado. Por eso creo que ha de haber sido buen maestro, si es que aprendió a hablar en voz alta ... o si llevaba micrófono al aula, porque de chavo hablaba bajito bajito.
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