Se dice rápido, pero la noruega Marit Bjørgen es
la deportista con más medallas en los Juegos Olímpicos de Invierno, y es la
tercera más laureada de los Juegos Olímpicos en general, sólo detrás de Michael
Phelps y Larisa Latynina. Ha sido la más grande esquiadora de fondo de todos
los tiempos.
Nació en una granja y empezó a esquiar desde los dos años. Competitivamente, inició a los siete. Muy rápido destacó. Inició como velocista, en los sprints de 1.5 kilómetros, pero la edad y un cambio de rutinas la cambiarían de especialidad y la catapultarían a la cima.
Su primera medalla olímpica fue en Salt Lake City 2002: una plata como parte del equipo de relevos 4 X 5 kilómetros. Al año siguiente, en el Mundial, se coronaría campeona en el la prueba de sprint. Ya para entonces era legendario el peso de su entrenamiento. Entrenaba 700 horas anuales (hay que tomar en cuenta que, en verano, la rutina disminuye). Llegarían a ser más de 900.
Los juegos de Turín 2006 fueron un fracaso para Bjørgen, afectada por una bronquitis previa y males estomacales durante el evento. Retiros, un cuarto lugar, un quinto en el relevo y solamente una plata en la competencia de 10 kilómetros estilo clásico.
Su clase, ya notable en los Mundiales, empezaría a mostrarse en los Olímpicos, durante los juegos de Vancouver 2010. Ahí obtuvo tres oros (en el sprint, en el relevo 4 x 5 kilómetros y en la persecución de 15 kilómetros), una plata en los 10 kilómetros estilo clásico y un bronce en la misma distancia, pero estilo libre.
Una de las claves fue cambiar su enfoque de entrenamiento, que siempre tuvo gran volumen. Primero incorporó sesiones intensas de una hora para aumentar su capacidad y luego abandonó ese método para aumentar los kilómetros recorridos, con largas sesiones a intensidad moderada.
Fue super dominante en los Mundiales de 2011 y 2013, en los que acumuló diez medallas de oro. En los Olímpicos de Sochi 2014 reafirmó su poderío, llegando a lo más alto del podio en los 15 kilómetros, en los 30 estilo libre y, para que vieran que no perdió velocidad, en el sprint por equipos.
Decidió ser madre a los 35 años, en 2015, y continuó su carrera deportiva. Después de dar a luz, Bjørgen ganó seis medallas de oro en dos campeonatos mundiales, a pesar de que redujo su entrenamiento en un 25%. Siempre ha insistido en que el atleta debe hacer deporte para sí mismo, no para quedar bien con los padres, el entrenador, la prensa o la opinión pública.
El broche final fue en los Olímpicos de Pyeongchang 2018. En esa sede coreana se hizo del oro en los 30 kilómetros estilo clásico y en el relevo 4 x 5 kilómetros, de la plata en el esquiatlón de 15 kilómetros y de dos bronces: los 10 kilómetros estilo libre y el sprint por equipos.
Haciendo las cuentas, las sumas de metales son impresionantes. 18 oros en campeonatos mundiales. Y, en los Olímpicos, seis participaciones, siempre con algún podio. 8 oros, 4 platas y 3 bronces. Ningún atleta invernal había logrado tanto como ella, que no competía para quedar bien con nadie, más que consigo misma.

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