miércoles, julio 02, 2014

Todos a la baja (casi)


Mexicanos en GL. Junio

El mes que acaba de terminar ha sido uno de los más grises, en años, para los peloteros mexicanos en Grandes Ligas. Quien no entró en slump, fue degradado y quien no bajó a sucursales, pasó a la lista de lesionados. Hay algunas excepciones, como Fernando Salas (en la foto) y Oliver Pérez, pero tampoco muy notables.

Aquí el seguimiento del contingente nacional, de acuerdo con el desempeño acumulado en la temporada (como es común, incluimos a los mexico-americanos que han jugado con México en el Clásico Mundial) 

Adrián González, fiel a su costumbre, tuvo un mes de junio malito. Ni siquiera el repunte de sus Dodgers evitó que siguiera bajando su productividad al bat. El inicialista de Tijuana bateó en junio .222 con sólo un cuadrangular y 12 producidas. En el año, .257, 14 palos de vuelta entera y 50 remolcadas. En poder y producción no, pero porcentaje de bateo está muy debajo de sus números históricos.

Joakim Soria estuvo en su acostumbrado dominio de los bateadores en siete de las nueve ocasiones en que apareció en junio. Las otras dos le costaron una derrota y un apaleo. Tiene 15 salvamentos en 16 oportunidades, empeoró a 2.93 su efectividad (carreras limpias admitidas por cada nueve entradas lanzadas), y su marca a 1-3. Lo que sigue extraordinario es su control: ha otorgado 39 ponches por sólo 4 bases por bolas.

Sergio Romo perdió su puesto de cerrador con los Gigantes de San Francisco, al ser vapuleado en tres de sus últimas cinco apariciones en junio, mes en el que perdió dos juegos. El californiano resultó ser el pagano de la mala racha de los Gigantes, que permitió a sus rivales Dodgers emparejarlos en la punta. En junio tuvo marca de 0+2, con 5 salvamentos y tres desperdicios. En el año, su marca es de 3-3, 22 juegos salvados en 27 oportunidades y un poco atractivo 5.17 en carreras limpias.

Yovani Gallardo fue de los pocos que tuvo un mes decente. Cuatro de las seis salidas del michoacano en junio fueron de calidad. En el mes que terminó, su récord fue de 2 ganados y dos perdidos, con 3.41 de limpias. En el año, 5-5, 3.51 y 80 ponches (ahí, también, una cifra por debajo de su promedio histórico).

Fernando Salas, a diferencia de los otros mexicanos, tuvo un junio perfecto, en el que alcanzó una victoria y no recibió carrera, en labores de relevo. Lástima que a mitad del mes haya ido a parar a la lista de lesionados, con problemas en el hombro. Su récord en el año, para los LA Angels: 4-0, con 2.96 de carreras limpias, 4 holds (que es cuando se recibe el juego en situación de rescate y se entrega con ventaja) y 28 chocolates.

Jorge De la Rosa, en contraste con su magnífico mayo, tuvo un junio para llorar. Ni una sola de sus seis salidas al montículo fue de calidad (6 o más entradas lanzadas, 3 o menos carreras limpias admitidas) y pudo ganar dos juegos sólo porque sus Rockies se desataron bateando. En junio, 2-3 y un horroroso 7.11 de PCL; en la temporada, 8-6, 4.86 de PCL y 67 ponches.

Jaime García se estaba volviendo a asentar en la rotación de los Cardenales cuando su problema recurrente en el hombro lo mandó de vuelta a la lista de lesionados. Eso es algo que se vio cuando empezó a descontrolarse. Tuvo en junio cuatro aperturas (dos de calidad). Su récord en el año: 3-1, 4.12 de efectividad y 39 ponches

Oliver Pérez es de los nacionales que se han visto más consistentes. Los Diamantes de Arizona ya no sólo lo utilizan como especialista zurdo, sino –en ocasiones- como preparador del cierre. En junio aceptó sólo una carrera limpia en 10 entradas. Tiene marca de 0-1,  2.27 de PCL, 8 holds  y 32 sopas de pichón (su acostumbrado ritmo de un ponche por entrada lanzada).

Marco Estrada va que vuela para romper récord de jonrones admitidos en una temporada. Mala cosa para un lanzador controlado, ponchador y al que le batean para un bajo .246. En junio solamente una de sus salidas fue de calidad (y tuvo otra más el 1º de julio), pero poco se puede hacer cuando alguien recibe un cuadrangular cada cuatro entradas lanzadas. El de Ciudad Obregón tiene marca de 7-5, con 4.94 de PCL y 87 ponches recetados.

Miguel González  pasó los primeros días del mes en la lista de lesionados. A su regreso, ha tenido tres aperturas para los Orioles, ninguna de calidad (pero le alcanzó para ganar un juego y perder otro). El Mariachi tapatío lleva en el año 4 ganados, 5 perdidos, 4.56 de efectividad y 58 ponches.

César Ramos ha sido destinado al relevo intermedio con Tampa, tras perder en mayo su puesto en la rotación. No lo ha hecho mal, pero nada para presumir. Su récord en el año, 2-3,  efectividad de 4.13, un hold  y 44 ponchados.

Ramiro Peña, tras perder su oportunidad para hacerse de la titularidad en la intermedia de  los Bravos de Atlanta, ha seguido cumpliendo con decoro (y con brillantez en el fildeo) sus labores de utility. Con el bat ha mostrado cierto poder, pero ninguna consistencia. En el año: .194, 3 jonrones, 8 producidas.

Scott Hairston ha tenido poca actividad, como jardinero reserva en los Nacionales de Washington. Eso sí, ha bateado bien: .303, un cuadrangular, 5 impulsadas.

Alfredo Aceves sólo lanzó dos entradas para los Yanquis en junio, antes de que lo enviaran de vuelta a sucursal AAA. Su marca 1-2, 6.52, un hold y 16 ponches.

Alí Solís por fin pudo jugar unos partidos completos en la receptoría de Tampa Bay. Lo que no pudo hacer fue conectar de hit (aunque produjo una carrera con elevado de sacrificio). Regresó el lesionado Ray Hanigan, y se acabó la tacita de café para el de Mexicali.

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