miércoles, enero 31, 2018

Glorias olímpicas invernales: Janica Kostelić




Hay deportistas que empiezan a brillar a los 24 años. A esa edad se retiró Janica Kostelić. Para entonces su palmarés era tan grande, que se duda que vuelva a haber una esquiadora alpina con tantos logros en un periodo tan corto: 4 oros y 2 platas olímpicas; 6 campeonatos mundiales.

Su padre, Ante, era kinesiólogo, ex jugador y entrenador de balonmano. También era gran aficionado a los deportes invernales. Janica y su hermano Ivika (ganador de cuatro medallas olímpicas de plata) practicaron el ski desde muy pequeños: empezaron a los tres años. Janica destacó muy pronto y a los 16 años ya era parte del equipo olímpico croata en Nagano 1998. En esa ocasión no obtuvo medalla.

En el ciclo olímpico posterior Janica tuvo su primera lesión: se rompió los ligamentos de la rodilla y se perdió todo un año. Pero ya en 2001 ganó la Copa del Mundo, al obtener los mejores resultados de la temporada.

Un año después, en Salt Lake City 2002, la joven veinteañera arrasó con la competencia. Ganó oro en el slalom, el slalom gigante y la prueba combinada (slalom + descenso libre). Se tuvo que conformar con la plata en el super-gigante. Ninguna otra esquiadora alpina ha ganado cuatro medallas (o tres oros) en unos Juegos Olímpicos.

Tras los juegos volvieron las lesiones, y nuevas operaciones: una en la rodilla; otra, de la tiroides. Estuvo a tiempo para el campeonato mundial de 2003, donde se llevó dos oros, en el slalom y en la combinada. En los Juegos Olímpicos de Turín 2006 obtuvo otras dos medallas: oro en la combinada y plata en el super-gigante. Allí se convirtió en la esquiadora más exitosa en la historia del olimpismo.

Cada triunfo de Kostelić era recibido con euforia masiva en Croacia. A su regreso de las competencias, multitudes la aclamaban: nunca ningún croata había tenido tanto éxito deportivo como ella. Sucedió tras los juegos de Salt Lake City, tras los mundiales de St. Moritz, tras los olímpicos de Turín y también luego de los mundiales de Bormio, de los que regresó con tres oros: slalom, descenso libre y combinada.

A esta euforia correspondía también un enorme bombo mediático. Janica era seguida en cada una de sus actividades. Sentía que no tenía privacidad. Detrás de su fortaleza, había una enorme fragilidad: no eran sólo los meniscos o los problemas endócrinos. También estaba muy cansada de que sus problemas físicos fueran públicos, de tener encima a la prensa. “Quiero que me dejen en paz”, llegó a declarar. La combinación de estas circunstancias la empujó al pronto retiro de las pistas. “Sin prensa, hubiera esquiado hasta los 100 años”, dijo. De todos modos, habita el Olimpo invernal.

Sin embargo, parece que el destino de Janica Kostelić está cerca de los titulares de los periódicos. Ahora es Ministra de Deportes de Croacia, y logró que unos jóvenes que la insultaron verbalmente en la calle fueran encarcelados por unos días por ese delito (lo es en Croacia, aunque nos parezca extraño).

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