Los Juegos Olímpicos de Montreal se desarrollaron en
plena guerra fría. La ventaja de los soviéticos sobre los estadunidenses en
materia deportiva olímpica se hacía cada vez más notoria. Pero el país de las
barras y las estrellas pudo encontrar su héroe: un chico all-American que, al
vencer en decatlón –y destronar al campeón soviético Mykola Avilov, podía
reclamar para sí, y de paso para su nación, el título del Atleta más Completo.
Jenner había empezado su carrera deportiva con el
futbol americano, pero una lesión en la rodilla le impidió continuar. Pasó al
atletismo y se especializó en el decatlón. Terminó en décimo lugar en los
Juegos Olímpicos de Munich. De hecho, fue su admiración hacia Avilov –con quien
se llevaba bien- lo que lo impulsó a entrenarse con tesón, desde el mismo día
en que terminó su prueba en 1972, hasta su victoria en 1976.
La competencia entre el norteamericano y el
soviético fue muy cerrada, hasta la penúltima prueba, el lanzamiento de
jabalina, en la que Avilov se resintió de un tirón en el brazo. Ello no obsta
para señalar que Jenner hizo una prueba extraordinaria: en 8 de las diez
competencias rompió su marca personal.
Tras ganar, Jenner tomó una bandera estadunidense de
un aficionado y dio la vuelta olímpica con ella. Inauguró así una importante
tradición olímpica.
En Montreal terminó la carrera deportiva de Bruce
Jenner e inició otra, ligada a la publicidad y a las pantallas (por cierto, los
hacedores del filme oficial sobre Montreal siguieron con detalle a Jenner
durante toda la prueba, y él se mostraba inusualmente cómodo ante las cámaras).
Con la imagen del limpio joven triunfador apareció en las cajas de cereales, en
películas, en todo tipo de programas de televisión, decenas de ellos. El
triunfo olímpico le sirvió para convertirse en una de las cosas que más ansiaba
ser: una celebridad.
Tuvo tres matrimonios, el último de ellos, con Kris
Kardashian, ex esposa del abogado de O.J. Simpson y reconocido personaje de reality shows. Jenner participó en el
más famoso de ellos, Keeping Up with the
Kardashians, hasta su divorcio.
Fue entonces, en 2015, que Jenner dio a conocer que durante muchos años había sufrido de disforia de género, que se sentía mujer por dentro, que había tenido terapia hormonal. Entonces se convirtió en lo que más ansiaba ser. Desapareció de escena Bruce y apareció Caitlyn. El primero había estado en la portada de Playgirl; la segunda, en Vanity Fair, en una foto que le dio la vuelta al mundo, en donde –en sus propias palabras- “soy, finalmente, yo misma”.
Fue entonces, en 2015, que Jenner dio a conocer que durante muchos años había sufrido de disforia de género, que se sentía mujer por dentro, que había tenido terapia hormonal. Entonces se convirtió en lo que más ansiaba ser. Desapareció de escena Bruce y apareció Caitlyn. El primero había estado en la portada de Playgirl; la segunda, en Vanity Fair, en una foto que le dio la vuelta al mundo, en donde –en sus propias palabras- “soy, finalmente, yo misma”.
Caitlyn Jenner es ahora uno de los rostros más
visibles y una de las voces con mayor resonancia en la comunidad transgénero
del mundo. Quién sabe qué opine al respecto el exsoviético Avilov.
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