Nikolai
Andrianov es el gimnasta olímpico más laureado de la historia. Participó en
tres Juegos Olímpicos y obtuvo siete medallas de oro, cinco de plata y tres de
bronce, con la característica adicional de haber subido al podio en cada uno de
los seis aparatos que componen la gimnasia masculina.
Andrianov
nació en una familia obrera, en la ciudad de Vladimir. Afirmaba que el deporte
y, en particular, la gimnasia -en la que se inició a los once años- le habían
salvado la vida. Era un chamaco rebelde en un barrio bajo. Sólo la insistencia
de su entrenador, que había observado el talento innato del muchacho, impidió
que abandonara en los primeros años. Esos orígenes sociales sirvieron también
al régimen soviético para mostrarlo como un ejemplo.
Sus
primeros Juegos Olímpicos fueron los de Munich 1972, en los que tuvo enormes
duelos con dos japoneses, el veterano Sawao Kato y Mitsuo Tsukahara, el creador
de la técnica que lleva su apellido en el salto de caballo. En esa ocasión, a
los 20 años, obtuvo medalla de bronce en salto de caballo; plata, en la
competencia por equipos, y su primer oro: en los ejercicios a manos libres.
En
Montreal todos los gimnastas terminaron opacados por Nadia Comaneci, pero
Andrianov tuvo más medallas que ella (ambos se quedaron a un aparato de subir
al podio en todas las competencias posibles). Nikolai obtuvo el oro en el
all-around, ejercicios a manos libres, anillos y salto de caballo (superando a
Tsukahara). Se llevó la plata por equipos y en las barras paralelas, y el
bronce en el caballo con arzones.
Su
tercera y última cita fue en su Unión Soviética natal. En Moscú 80, sin la
presencia de los japoneses, los soviéticos ganaron el oro por equipos.
Andrianov también lo hizo en el salto de caballo. A ello, agregó la plata en el
all-around y los ejercicios de piso, y el bronce en la barra fija (que era el
único aparato en el que no había obtenido medalla). Cuando se retiró, era el
atleta masculino con más medallas en la historia de los Juegos Olímpicos.
Posteriormente,
Andrianov casó con una compañera del equipo soviético de gimnasia, Lyubov Burda,
y ambos de dedicaron a entrenar equipos juveniles y luego él se hizo cargo del
equipo mayor, entre 1990 y 1992, llevando, tras la desaparición de la URSS, al
Equipo Unificado al oro en Barcelona.
Años
después Andrianov recibió una invitación. Su rival y amigo Tsukahara quería que
se encargara de entrenar al equipo masculino japonés, que llevaba años de
sequía. El resultado, en Atenas 2004, fue que Japón se llevó el oro por
equipos, cosa que no hacía desde el lejano 1976… cuando habían superado a la
URSS de Andrianov.
Poco
después, las cosas cambiaron. El laureado gimnasta comenzó a sentir que el lado
derecho de su cuerpo estaba cada vez más débil. Se le diagnosticó una
enfermedad neurodegenerativa, la atrofia multisistémica, que fue progresando en
el cuerpo del atleta, inmovilizándolo paulatinamente. Llegó el momento en que
el hombre que había conquistado al mundo con sus ejercicios ya no podía mover
las piernas. Luego, en sus últimos meses, ya no pudo ni siquiera hablar. Murió
en 2011, a los 58 años.
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