miércoles, mayo 01, 2019

La joya de Urías y otras noticias

Mexicanos en GL.  

Abril 2019

De nuevo llegó la pelota grande, y con ella, la revisión mensual de los mexicanos que militan en Grandes Ligas. La temporada empezó con sólo 9 mexicanos, pero otros se han sumado. 2019 probablemente sea el primer año en el que veremos a Julio Urías lanzar la temporada completa; también puede ser el del despegue de un par de novatos relevantes. Por lo pronto, el zurdito sinaloense ya tuvo a bien lanzar un partidazo en Semana Santa, generando expectativa e ilusiones entre la afición.

Aquí el balance del contingente nacional en el año, ordenado de acuerdo con el desempeño de cada uno en la temporada (como siempre, incluimos a los paisanos que han jugado con México en el Clásico Mundial) 

Roberto Osuna, según algunos expertos, será el mejor cerrador en Grandes Ligas este año. En el primer mes, el nativo de Juan José Ríos les ha dado la razón. Ha estado sencillamente intratable. Con los Astros de Houston lleva 7 salvamentos de 7 posibles, 2 victorias sin derrota y un microscópico 0.73 de efectividad (carreras limpias permitidas por cada 9 entradas lanzadas). Para darnos una idea de qué tan dominador ha estado, anotemos un dato: no ha otorgado base por bolas y ha ponchado a 10.  

Julio Urías, tras su buena actuación en postemporada, entró a la rotación de los Dodgers, para cubrir a los lesionados Clayton Kershaw y Rich Hill. Tuvo dos muy buenas salidas y otras dos en las que dejó qué desear. Estuvo particularmente bien ante los difíciles Cerveceros de Milwaukee, a quienes dejó en un hit durante 6 entradas. Luego pasó al relevo largo –le están cuidando la cantidad de entradas lanzadas- y ahí ya cosechó una victoria. Su marca 2-1, 3.42 de efectividad y 29 pasados por los strikes.

Alex Verdugo se quedó en el róster de 25 de los Dodgers, hizo de todo para ganarse un puesto titular en el outfield angelino, y acabó –primero- iniciando los juegos ante pitcher derecho y –después- quedándose con la titularidad, a sus 21 años. Ha mostrado buen guante, mejor brazo y excelente bateo: tiene .333 de porcentaje, con 4 cuadrangulares y 16 producidas.

Manny Bañuelos
, otrora gran prospecto de los Yanquis, regresó a la Gran Carpa por la puerta de atrás: trapeando innings para los Medias Blancas de Chicago. Lo hizo bien y las cosas se dieron para que, con la democión de Ervin Santana, se convirtiera en el quinto abridor de la escuadra patipálida. Una de sus dos salidas ha sido de calidad (6 o más entradas lanzadas; 3 o menos carreras limpias permitidas). Tiene marca de 2-0, 2.70 de carreras limpias y 19 ponches.

Giovanny Gallegos inició fuera del róster de  los Cardenales de San Luis, pero fue llamado pronto, para cubrir labores de relevo. Salvo un parpadeo –precisamente en la serie jugada en Monterrey- el de Ciudad Obregón lo ha hecho bien. Tiene 1-0, 3.86 de limpias y 16 ponches en sólo 9.1 entradas trabajadas.

Víctor Arano tuvo una mala pretemporada, por lo que inició abril en AAA. Fue llamado por los Filis para reforzar su bullpen y en su segunda aparición ponchó a los 6 bateadores a los que se enfrentó, fijando un récord para relevistas mexicanos (el de abridores corresponde a Óliver Pérez, con 7). El joven veracruzano, tras acumular números de 1-0, PCL de 3.86 y 7  ponches, fue transferido a la lista de lesionados por una inflamación en su codo derecho.

Sergio Romo firmó con los tristes Marlines de Miami. Su debut fue desastroso, apenas sacó un out y le metieron 4 carreras. Pero muy pronto el Mechón terminó en el puesto que sabíamos que iba a terminar: como cerrador. Lleva marca de 1-0, 4 salvamentos en otras tantas oportunidades, 1 hold (ventaja mantenida en posición de rescate) y 7 chocolates recetados. Acompaña esos buenos números de un feo 6.00 de efectividad, producto de aquel mal inicio.

Luis Cessa tuvo una buena pretemporada con los Yanquis, y ha fungido como relevista intermedio. De ocho ocasiones que ha entrado, sólo en una le cayeron a palos al cordobés. Su marca: 0-0, dos holds (los primeros de su carrera), 4.15 de PCL y 15 ponchados.

Héctor Velázquez ha sido una suerte de utility en el cuerpo de pitcheo de los Medias Rojas de Boston. Igual entra a relevar que inicia juegos (no sería correcto decir que los abre, porque el proyecto es que lance tres entradas o un poco más). Aunque lo ha hecho mejor que algunos de la rotación patirroja, no ha sido acompañado por el equipo. Al momento lleva marca de 0-2, 3.93 de efectividad y 15 pasados por los strikes. Un problema adicional es que, aunque al final le anoten poco, se le embasan muchos bateadores: su WHIP (hits y bases por bolas por entrada lanzada) es un elevado 1.42.

Gerardo Reyes es la novedad mexicana en Grandes Ligas. El derecho de Ciudad Victoria debutó con los Padres a mediados de mes y lo hizo con el pie derecho, llevándose la victoria. Es apenas el segundo relevista mexicano que gana el partido con el que debuta en las mayores (el primero fue Cecilio Acosta). A día siguiente de ese gran debut le cayeron a palos y San Diego lo regresó a Ligas Menores. Sus números:
un bonito 1-0 en ganados y perdidos, un horrible 36.00 de PCL y dos ponchecitos.

Joakim Soria, ahora con los Atléticos de Oakland, ha estado titubeante. Sólo en 2 de los 16 juegos que ha entrado a lanzar, ha podido retirar la entrada correspondiente en orden y un par de veces le pegaron duro. Al avanzar el mes le han bateado menos, pero está dando más pasaportes que de costumbre. Tiene 0-2, 4 holds, dos rescates desperdiciados, 6.28 de carreras limpias y 15 chocolates.

Oliver Pérez, tras haber extendido su contrato con los Indios de Cleveland, ha funcionado, más mal que bien, como especialista zurdo. El veterano de Culiacán ha conseguido 3 holds; a cambio, un rescate desperdiciado, un feo 7.94 de efectividad, sólo 5 ponches y un horrendo 1.94 de WHIP.

Marco Estrada tuvo una apertura magnífica con Oakland, donde colgó 6 ceros, pero que Joakim Soria le echó a perder. Y también otras cuatro que han oscilado entre mediocres y desastrosas. Aunque sigue recibiendo pocos hits, le han vuelto a encontrar la bola larga: le pegan un jonrón cada tres entradas. Llevaba 0-2 con 6.85 de limpias y 8 ponches cuando fue enviado a la lista de lesionados por un problema lumbar. Esperamos que ese, y no el brazo, haya sido la causa de su baja de juego.

Luis Urías supuestamente se iba a hacer de la titularidad en la segunda base de los Padres. El prospecto sobre el que se tienen grandes expectativas debía desplazar al bat, flojito ya, del veterano Ian Kinsler. En el rato que estuvo en el equipo grande, el sonorense brilló con el guante, pero no con la majagua. Apenas bateó 2 hits en 24 turnos, para un minúsculo .083, y se ponchó la friolera de 11 veces. De regreso a AAA ha estado candente con el bat, pero las Ligas Mayores son otra cosa: Veremos cómo le va a su regreso al equipo grande.

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