Matti Nykänen, El
Finlandés Volador, es el saltador de esquí más laureado de la historia.
Audaz y temerario por naturaleza, adoptó ese deporte desde pequeño. Lo dominó
casi totalmente en los años ochenta, con vuelos largos y aterrizajes perfectos.
Tras su retiro, su fama se mantendría imperecedera, pero por las razones
equivocadas.
En Sarajevo 1984, Nykänen obtuvo la plata en la rampa
normal, de 70 metros, y se llevó de calle el oro en la rampa larga, de 90
metros. En Calgary 1988 estuvo todavía mejor, porque regresó a Finlandia con
tres medallas doradas: las dos individuales y por equipos. En el interin, había
roto el récord mundial con un salto alucinante de 194 metros, y se había
llevado cinco oros, una plata y dos bronces en campeonatos mundiales, a los que
luego añadiría un oro y un bronce más, antes de retirarse.
Su retiro ha sido una suerte de rampa cuesta abajo, con el
alcohol como ingrediente principal. Tremendamente
popular en su país, Matti se convirtió en cantante, con éxito irregular. Luego trabajó
en una línea de sexo por teléfono y fue stripper
en un restaurant, hasta que se casó con la millonaria Mervi Tapola. La relación
con Tapola fue una de las más conflictivas que se puedan imaginar. Se
divorciaron, se volvieron a casar y se volvieron a divorciar, en medio de escándalos
de violencia doméstica cada vez más grandes.
No había duda de que el campeón olímpico era un hombre
violento y alocado. En 2004 fue arrestado por fracturarle la mano a un amigo
jugando “luchitas de dedo”. También fue detenido
tres veces por agredir a su esposa, y a la tercera, condenado a cuatro meses de
cárcel. Al salir de prisión, el ex saltador se vio involucrado en una bronca en
una pizzería, en la que acuchilló al pizzero, y volvió a la cárcel. La mujer
inició trámites de divorcio, pero los suspendió, para su desgracia, porque a la
navidad siguiente Nykänen intentó estrangularla con el cinturón de la bata de
baño, lo que le valió 16 meses de cárcel, el pago de una compensación y,
obviamente, el divorcio definitivo.
Todo eso no le ha impedido al medallista mantenerse como
figura de la televisión finlandesa. Ha tenido desde un talk-show hasta un programa de cocina. Al parecer, lo que más
disfrutan los espectadores son sus famosas y peculiares frases de filosofía
personal (por describirlas de alguna manera):
“Me voy a mudar a Copenhague y solicitar la nacionalidad
sueca”.
“La vida es la mejor época del hombre”.
“El amor es como una bola de lana. Empieza y acaba”.
“La película era totalmente ficción, pero también tenía
algunos hechos”.
“Mañana está siempre en el futuro”.
“Los momios están cincuenta-sesenta”.
Y la que lo dice todo: “No tengo vida privada, pero sí tengo
mala imagen”.
En resumen, hay grandes medallistas olímpicos para todo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario