Un día, a finales de los años cuarenta, el maestro de ballet
del pueblo de Kherson, en la Ucrania soviética, se vio obligado a dejar el
lugar y dejó sin clases a sus chicas. Sin saberlo, influyó con esa decisión en
la historia olímpica. Una de sus alumnas se vio obligada a pasar de la danza
clásica a la gimnasia. Años después, esa muchacha trazaba con su cuerpo figuras
expresivas en los ejercicios en el suelo, escenificaba un ballet deportivo en
la viga de 10 centímetros de ancho, aterrizaba ligera tras el salto de caballo
y sus movimientos veloces y precisos en las barras asimétricas parecían
desafiar las leyes de gravedad. Era Larisa Latynina, la mujer que más medallas
olímpicas ha conquistado en la historia.
De su pueblo natal, Latynina pasó a Kiev y a los 19 años
hizo su debut en la escuadra soviética, obteniendo oro en los Mundiales de gimnasia
de 1954. Sus primeros Juegos Olímpicos fueron en Melbourne 1956, donde su rival
fue la húngara Âgnes Keleti. Latynina se llevó el all-around, ganó el oro por
equipos, en piso y en salto de caballo, obtuvo plata en las barras asimétricas
y bronce por equipos en aparatos combinados (prueba ya descontinuada).
Era sólo el principio. Latynina usaba a Prokofiev y otros
compositores rusos para sus pruebas, música imbuida de nacionalismo de la URSS
que quería mostrar la superioridad de su sistema a través de las victorias
deportivas. Larisa era la muestra máxima:
brillaba particularmente cuando era acompañada por música, herencia de su paso
por el ballet. Lo comprobó en los mundiales de Moscú, donde se llevó 5 de los 6
posibles oros y, de nuevo, en los Juegos Olímpicos de Roma 1960. En la capital
italiana, la Unión Soviética repitió el oro por equipos, Latynina defendió con
éxito sus títulos all-around y de ejercicios a manos libres, se llevó la plata
en barras asimétricas y viga de equilibrio y quedó con bronce en salto de
caballo.
En los Mundiales de Praga inició su rivalidad con la checa
Vera Čáslavská, ante quien perdió en salto de caballo, pero se hizo con los
oros all-around, por equipos y, por
supuesto, en ejercicios de piso. De ahí al gran encuentro olímpico en Tokio
1964: Allí fue derrotada por Čáslavská en la prueba general, pero igualmente
guió al equipo soviético al oro por equipos y obtuvo, por tercera ocasión, el
título en los ejercicios de piso. Latynina se llevó plata en el all-around y el
salto de caballo, y bronce en viga y barras asimétricas.
El palmarés olímpico de Latynina es impresionante. Obtuvo 9
medallas de oro, 5 de plata y 4 de bronce en tres ciclos olímpicos
exitosísimos. Difícilmente alguien podrá superarla como la mujer más laureada
en la historia de los Juegos.
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