viernes, marzo 16, 2012

Glorias olímpicas: Paul Elvstrom



Hay deportistas olímpicos que se comen toda la gloria en unos juegos. Hay otros que olimpiada tras olimpiada demuestran ser los mejores. Sobran los dedos de una mano para contar a quienes lograron el oro en cuatro ocasiones consecutivas. Paul Elvstrom es uno de ellos. Es el máximo exponente del deporte danés y de su deporte, la vela. Y Elvstrom es mucho más que un tetramedallista.

Su primera medalla de oro fue en 1948, cuando tenía 20 años, en la categoría Firefly. El joven velerista se había dado cuenta que la mayor parte de los competidores no tenía un gran físico y consideró que el entrenamiento de gimnasio le sería muy útil. Corría 5 kilómetros diarios y hacía ejercicios de pierna y abdomen. Además se construyó un hiking bench (el aparato con el que el velerista se sujeta los pies y se estira paralelo al agua) con el que entrenaba horas en el sótano de la casa familiar. La fuerza permitía a Elvstrom estar mucho más tiempo en esa posición durante las regatas.

En 1952 se introdujo la class Finn y Elvstrom volvió a llevarse el oro. Ya para entonces, Elvstrom se colgaba “sin pensar en ello y sin cansarme” y descubrió que así su mente funcionaba mejor. Manejaba su dinghy como en automático y siempre lo hacía bien.

Para los juegos de 1956 su dominio era absoluto. Se entrenaba imaginándose en medio de una regata corta, durísima, frente a rivales ilusorios. Se llevó con tranquilidad su tercer oro olímpico. Repitió la hazaña en 1960.

Para entonces, además de la creación del banquito, había sido pionero en el uso de suéteres mojados (para incrementar el peso, pero que requerían de más fuerza), y el inventor de un salvavidas ligero que no estorba los movimientos del velerista, así como de botas especiales.

Para 1964 decidió tomarse un descanso, y volvió a competir, a los 40 años, en los Juegos Olímpicos del 1968 (las competencias de vela fueron en Acapulco), en los que terminó en cuarto lugar en la clase Star. 

Los de México no serían sus últimos juegos. Junto con su hija menor Trine participó en Los Ángeles 84, a los 56 años. La pareja padre-hija rozó el podio al quedar cuartos. Sus últimos olímpicos fueron los de Seúl, donde el sexagenario Elvstrom y su hija Trine se fueron hasta el lugar número 13. Habían pasado 40 años de la primera medalla de oro.

 La técnica de Elvstrom no era velear sobre las olas, sino darles la vuelta con precisión. Su pasión, estar muchas horas en el mar. Su bandera, la de todos los veleristas: “en mi bote nunca llevo una bandera, porque todos somos un mismo grupo”.

Arquitecto de profesión, Elvstrom tiene una empresa dedicada al diseño de veleros y la producción de arreos para el deporte, creados por él, como las sogas flexibles de hoy en día. No sólo es una gloria olímpica y el más grande velerista; es también el máximo innovador de su disciplina.

1 comentario:

Anónimo dijo...


Hello,

I am writing on behalf of Centre Screen Productions, a company in London currently producing exhibits for the Olympic Museum in Lausanne, Switzerland.

For one of our exhibits, we would like to use the above image of Paul Elvstrom, as found on your blog. Do you hold copyright to this image, or can you advise me who does?

Please if you could get back to me regarding this via email - katrin@centrescreen.co.uk
We would really like to use this image and would really appreciate your help.

Kind regards,
Katrin