Mexicanos en GL. Mayo de 2022
En el segundo mes de la temporada de Grandes Ligas,
los peloteros mexicanos vivieron una suerte de montaña rusa. Del slump a
la racha; de la racha a AAA y de regreso; de la salida de calidad a la feria de
palos; de ponchar a todos a tirar un salvamento; de abanicar las tres a pegar
cuadrangular. Así es el beisbol. A destacar en el mes, el segundo aire que le
dio la nacionalidad mexicana a Randy Arozarena y, sobre todo, que la nave del
Capitán Kirk enderezó el rumbo y está disparando cañonazos a lo largo y ancho
del diamante.
Aquí el balance del contingente nacional en el mes,
ordenado de acuerdo con el desempeño de cada uno en la temporada (como siempre,
incluimos a los paisanos que han jugado representando a México
en el Clásico Mundial o en otro torneo de primer nivel). En esta ocasión
resultó particularmente difícil escoger el orden entre los primeros cuatro.
Julio Urías el año pasado ganó 20 juegos, con una efectividad
de 2.96 carreras limpias admitidas por cada 9 entradas lanzadas. En 2022 ha
mejorado su PCL, a 2.89, y sin embargo su récord es de 3 ganados y 5 perdidos.
La diferencia, claro está, es el apoyo ofensivo recibido. En mayo estuvo
ligeramente menos bien que en abril: De sus 6 salidas, 4 fueron de calidad: de
esas cuatro, ganó una y perdió las otras tres… y también ganó una en la que
sólo llegó hasta el quinto episodio. Su control ha estado de lujo (llegó a
lanzar 25 entradas seguidas sin dar pasaporte), pero ahora ha recibido más
cuadrangulares que la norma. Su marca en el año: 3-5, 2.89 de efectividad y 42
ponches recetados.
Randy Arozarena bateaba para .203 con un triste OPS de .526, y era
la sombra del Novato del Año de 2021, cuando recibió su certificado de
naturalización mexicana. A partir de ahí su bate despertó. El jardinero de
Tampa, nacido en La Habana, bateó en mayo para .308, con 4 jonrones y 16
producidas. Así le dio la vuelta a un slump que duraba toda la temporada.
¿Beneficios del pasaporte o simplemente se calentó lo que tenía que calentarse?
Su único problema con la majagua: su proclividad a poncharse: ha degustado 51
sopitas de pichón. En el año: .250, 4 jonrones, 20 impulsadas, OPS de .711 y 7
robos de base.
Luis González estaba bateando, a mediados de mayo, para .349… y a
los Gigantes se les ocurrió mandarlo de regreso a AAA para abrir espacio a un
titular que venía de regreso de la lista de lesionados. No duró ni una semana
en sucursales y lo volvieron a llamar. Con un fildeo adecuado, pero sobre todo
con un bate encendido, el zurdo sonorense se adueñó de la titularidad del
jardín derecho (ya no sólo como la parte gruesa del platoon, que va
contra pitchers derechos). En el mes bateó para .368, con un jonrón y 13
producidas. Además, ha subido en tres ocasiones a la loma de pitcheo, en juegos
ya decididos (fue lanzador en la Universidad de Nuevo México) y sólo le pegaron
una vez. En la temporada: .347 de promedio, 2 cuadrangulares, 19 producidas, 3
robos y un excelente .869 de OPS. Como pitcher, 6.23 de ERA. Ya se habla de él en
la lista de candidatos a Novato del Año de la Liga Nacional.
Alejandro Kirk, decíamos el mes pasado, fue afectado en su bateo
y continuidad por ser el receptor titular de los Azulejos de Toronto. Pero Danny
Jansen regresó de la lista de lesionados, se puso detrás del plato, y el
tijuanense pasó a ser bateador designado. Ya era una máquina de embasarse (es
uno de los pocos peloteros que tiene más bases por bolas que ponches) y fue
calentando su bat, que es lo que le faltaba. En el mes de mayo bateó para .362;
en la segunda quincena, para .444, y en la última semana, para .615. Una
locura. Y con esos porcentajes, ahora ya hay hits a la hora buena, que también
escaseaban. En el año, .304, 3 jonrones, 13 producidas y OPS de .814. Veremos
qué tan lejos llega la nave del Capitán.
Luis Urías, de los Cerveceros, debutó en mayo. También volvió
de la lista de lesionados. Empezó a tambor batiente y, poco a poco, sus números
se han normalizado en un porcentaje no muy alto, pero ha demostrado poder, ojo
en el plato (se poncha bastante, pero recibe un montón de bases por bolas) y
gran guante. .245 de porcentaje, 5 vuelacercas, 11 producidas, 18 anotadas y
.756 de OPS.
Sergio Romo regresó de la lista de lesionados de Seattle. Y se
ha parecido al de hace una década, cuando era estrella en San Francisco. El Mechón
no ha lanzado mucho, pero lo ha hecho de manera sumamente efectiva. Tiene PCL
de 1.13, acumuló rápidamente 3 holds y ha ponchado a 5 rivales.
Giovanny Gallegos, habiendo tenido una campaña buena en general,
está a punto de perder su puesto de cerrador de los Cardenales de San Luis a
manos del intratable Ryan Heisley. Un par de rescates desperdiciados lo
pusieron en el predicamento, y de nada valió que a la siguiente oportunidad ponchara
a los cinco enemigos que enfrentó. En el año, 0 ganados y 2 perdidos, 3.86 de
efectividad, 8 juegos salvados, 1 hold, 3 rescates desperdiciados y 23 chocolates.
Alex Verdugo, según los analistas, ha sido uno de los
bateadores con peor suerte en 2022. Le pega duro y bien a la pelota, se poncha
menos que en años anteriores… y sin embargo terminan sacándolo de out. El slump
que inició a fines de abril se prolongó hasta mediados de mayo, y el jardinero
de los Medias Rojas no termina de salir. La sabermetría, y su capacidad para
ser pelotero clutch, produciendo cuando es más necesario, han permitido
que siga en la titularidad. Sus números: .227, 3 cuadrangulares, 24 producidas,
16 anotadas y OPS de .598
Ramón Urías está demostrando que su nivel sí es de Grandes
Ligas, y que no es solamente el hermano mayor de Luis. El infielder de
Baltimore tuvo un buen mes de mayo, con bateo productivo y poder más que
ocasional. Subió sus numeritos a .232 (que es el promedio de las mayores), con
4 jonrones, 15 producidas, 18 anotadas y .648 de OPS. Si algún pero hemos de
ponerle, es que se poncha en exceso (para ponerlo en contexto: ha sido pasado
por los strikes el doble de veces que Verdugo, con menos turnos al bat).
Víctor Arano, como se esperaba, vio bajar su nivel en mayo. El
relevista intermedio de los Nacionales de Washington, a cambio, obtuvo su
primer salvamento del año y 3 holds. Su PCL es de 3.92 y ha ponchado a
23 bateadores.
José Urquidy ganó dos juegos en mayo y perdió sólo uno. Eso no
significa que el mazatleco haya tenido un buen mes. Tuvo dos salidas de
calidad, una que iba muy bien, pero se suspendió por lluvia y dos aperturas
verdaderamente preocupantes. En cada una de ellas le conectaron la friolera de
12 hits (y curiosamente en una terminó ganando el juego, así es esto del apoyo
ofensivo de los Astros) y nunca se vio dominador. En el año tiene 4-2, una mediocre
efectividad de 4.80 y 34 estrucaos (así le dicen a los ponches en el
Caribe). Lo grave es su WHIP: se le embasan por hit o pasaporte 1.58 bateadores
por entrada… y como Urquidy es controlado, eso se traduce en que los rivales le
batean para un robusto .330
Andrés Muñoz tuvo un mayo para el olvido. La clave ha sido el
control de las esquinas: cuando va por ahí, es retahíla de ponches. Cuando no,
de nada sirve lanzar a 100 millas por hora si va por el centro y conectan la
pelota. El mochiteco de los Marineros se agenció dos holds en el mes. A
cambio, tiró un rescate y perdió dos juegos en el relevo. En lo que va de
campaña: 1-2, 3 holds, un juego salvado, 22 ponches y 5.27 de PCL
Luis Cessa también tuvo un mes horribilis desde la loma
de pitcheo. Pero el relevista de los Rojos se las arregló para ganar dos juegos,
aunque perdió uno. En 2022 lleva 2-1, 3 holds, 7 ponches y 5.79 de PCL.
Isaac Paredes ha visto algo de acción, jugando la tercera base
para Tampa. El de Hermosillo ha estado bien con el guante, y demostrado tener
mucho poder, pero le falta contacto y le sobran abanicadas. Batea para .208,
con 3 palos de vuelta entera y 8 carreras impulsadas.
Humberto Castellanos operaba como quinto abridor de los Diamondbacks de
Arizona y tuvo cuatro aperturas decentes, pero no profundas, en mayo, para caer
feamente en las siguientes dos. Al jalisciense le pegaron feo en ellas porque
estaba lesionado del codo, lo que nunca es sencillo de arreglar. Inicia junio
en la lista de lesionados. Sus números: 3-2,
5.68 de limpias y 32 ponches.
Alejo López, tras andar un rato en la puerta giratoria entre las
Mayores y AAA, parece haberse asentado con los Rojos de Cincinnati como segunda
base sustituto y bateador designado en la parte flaca del platoon
(contra lanzadores zurdos). El capitalino ha anotado 5 carreras, pero aún no
produce ninguna. Batea para .268 de promedio y .626 de OPS. Tiene una
colchoneta estafada.
Daniel Duarte, está en la lista de lesionados por 60 días: 10.13
de PCL, 2 chocolates, sin decisión.
Óliver Pérez dejó marca de 1-1 y un penoso 15.75 de carreras
limpias antes de que le dieran las gracias.
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