viernes, noviembre 23, 2018

Biopics: una huelga en mal momento

Terminaba el sexenio de Miguel de la Madrid y yo tenía múltiples chambas. Como profesor mal pagado de tiempo completo en la Facultad de Economía, asesor de Carlos Payán, editorialista y columnista en La Jornada, columnista en Punto y en una agencita fundada por Fernando Pineda, que colocaba los textos en periodiquitos de provincia, y comentarista económico dominical en Canal Once. Pero a la hora de la verdad, yo dependía del trabajo de la UNAM, los trabajadores administrativos decidieron irse a huelga, y a los profesores que éramos miembros del Stunam nos retuvieron la paga. Bonito fin de sexenio.

Como muchos, yo vivía al día, y no me iba a alcanzar con los piquitos de los trabajos pequeños. No había cobrado en el Once y descubrí que tenía que darme de alta en Hacienda. Lo hice, cuando las computadoras de SHCP sacaban los certificados con impresoras de puntos. Mi homoclave responde al oficio de locutor. Lo curioso, y típico de aquel entonces, es que cuando al fin terminé de hacer el trámite, todavía hubo que esperar como un mes para cobrar. Ya  para entonces, la dichosa e inútil huelga había terminado.

Por aquel entonces compartí con mi amigo el Tigre González Tiburcio una frase: “hay que dejar de usar calzones rotos”. Así andábamos los profes de jodidos.

Pero no todo eran tristezas. Por un lado, estaban los hijos, que suelen ser un bálsamo. Por otro, un par de febriles reuniones con Pepe Zamarripa y Chuy Pérez Cota. Había espacio para desarrollar encuestas de opinión en los próximos años. Decidimos que el “proyecto Datavox” se convertiría en una empresa.

Y lentamente se me estaba gestando una alegría, interrumpida por la huelga. Una de mis alumnas del Seminario de Desarrollo y Planificación, que me había demostrado en el segundo semestre de la materia que era una estudiante muy capaz, era ahora mi adjunta en Introducción a la Economía, con los chavos de nuevo ingreso. Sí, aquella Taide prendida de poco tiempo atrás.

Han pasado los años y me sigue recordando que le puse una calificación injusta en el primer semestre del Seminario. 

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