Mexicanos en GL.
Julio y agosto
Tras olímpica tregua, volvemos a la carga beisbolera. En julio y agosto de 2016, lo notable ha sido que el chamaco Julio Urías ya le encontró el ritmo a las Ligas Mayores (algo no sencillo en la segunda mitad de la temporada) y que Adrián González ya se posicionó como el máximo toletero mexicano de la historia en dos de las tres categorías más importantes (lo curioso es que una no es la que el lector piensa de entrada)
Aquí el balance del contingente nacional, ordenado de acuerdo con el desempeño de cada uno en la temporada (como siempre, incluimos a los paisanos que han jugado con México en el Clásico Mundial)
Roberto Osuna, a su joven edad, ya se coloca como cerrador de elite. El sinaloense salvó para los Azulejos de Toronto 14 juegos (por un desperdicio) en el bimestre. Su marca 2-2, un muy decente 2.48 de PCL (carreras limpias admitidas por 9 entradas lanzadas), 71 ponches (frente a sólo 11 bases por bolas) y, lo más importante: 29 juegos salvados.
Marco Estrada tuvo un par de meses en los que –a diferencia de los primeros tres de la temporada- no pareció un lanzador de élite: El abridor derecho de los Azulejos ganó 3 y perdió 3 (cuatro de sus ocho aperturas fueron de calidad; es decir, más de 6 innings y 3 o menos carreras limpias). Ya no es el pitcher de GL al que los bateadores le pegan menos… sólo el líder de ese departamento en la Liga Americana, con .200. Numeritos: 8-6, 3.37 de efectividad y 131 recetas chocolateras.
Adrián González tuvo buenos números en julio y excelentes en agosto, mes el que tuvo un juego de tres cuadrangulares. Suficientes como para poner sus números generales en sintonía con su trayectoria: .294 de porcentaje, 16 jonrones y 75 producidas. En este curso ha superado a Vinicio Castilla como máximo bateador mexicano en dos categorías: hits y carreras remolcadas: el Titán lleva 1884 imparables y 1105 producidas. Lo interesante es que Vinny lo supera en cuadrangulares, a pesar de la fama de slugger de Adrián: 320 del oaxaqueño, por 306 del tijuanense. Adentrándonos un poco más en los números, vemos que Castilla fue, en su carrera, un bateador de extrabases muy similar al que ha sido González, que es mucho más famoso (y rico). La diferencia, a favor del primera base de los Dodgers es un porcentaje superior de bateo.
Julio Urías encontró su mojo hasta agosto, (porque en julio no la pasó muy bien e incluso estuvo un rato en las menores). Pero fue un mes sensacional, 4 victorias, sin derrota y un bello 1.99 de PCL. En la temporada: 5-2, 3.71 de limpias y 70 ponches (en 63 entradas).
Luis Cessa llegó a donde pocos lo esperaban: a la rotación abridora de los Yanquis neoyorquino. El novato veracruzano, igual que Urías, tuvo un mal julio con descenso a AAA, pero un magnífico agosto, con tres aperturas de calidad consecutivas, que le significaron victoria a él y a su equipo. Sus números del año: 4-0, 4.17 de limpias, 23 ponchados y, algo a subrayar, sólo 1.09 de WHIP (bases por bolas y hits por entrada lanzada).
Sergio Romo salió de la lista de lesionados y ha lanzado bien, como preparador de cierre de los Gigantes de San Francisco, por lo general en la octava entrada. Sus números del año: 1-0, 3.00 de efectividad, 22 ponches recetados y 10 holds (ventajas sostenidas en situación de rescate)
Joakim Soria no tuvo los números para hacerse del puesto de cerrador de los Reales de Kansas City, con la lesión de Wade Davis. Una de cal y otra de arena para el de Monclova. En el año, 4-6, 3.77 de limpias, 18 ventajas sostenidas, un salvamento y 59 sopitas de pichón.
Jaime García empezó la temporada como pitcher de elite; en la segunda mitad de la misma, el zurdo de Reynosa parece uno del montón. En el bimestre, sólo dos de sus 10 salidas fueron de calidad. En la campaña, lleva 10 ganados, 10 perdidos, 4.46 de PCL y 128 ponches. Lo bueno es que no se ha lesionado.
Jorge De la Rosa tiene la característica, agudizada por los años y los beneficios de la experiencia, de ganar partidos sin lanzar de manera excelsa. A la baja de su velocidad ha respondido con más y mejores lanzamientos quebrados. Además, es un caballito de batalla: 6 de sus 11 aperturas en el bimestre fueron de calidad. Ya superó la mítica marca de 100 victorias en Ligas Mayores y va camino a superar al Rocket Valdez. En esta temporada: 8-7, un poco agraciado 5.09 de limpias y 90 chocolatotes.
Fernando Salas, sin hacer un gran papel, se encontró –debido a las lesiones de otros taponeros- como cerrador de los Angels de Los Ángeles durante el mes de agosto. El sonorense no lo hizo mal en esas labores, que conocía desde sus tiempos con los Cardenales. A finales de agosto, fue cambiado a los Mets de Nueva York. Sus números en la campaña: 3-6, 6 rescates, 13 holds, 4.47 de efectividad y 46 ponchados.
Miguel González ha tenido un año marcado por la mala suerte. Prueba de ello es su actuación en el bimestre julio-agosto: siete aperturas de calidad consecutivas, en las que cosechó sólo una victoria a cambio de tres derrotas. O no lo apoyaba la ofensiva o el bullpen le tiraba el juego. Para colmo, a finales del periodo se lesionó de la ingle y ha tenido que parar. Números del Mariachi de los Medias Blancas: 2-6, 4.09 de efectividad y 78 pasados por los tres strikes.
Yovani Gallardo tiene rato sin hilar un par de buenas salidas. En julio-agosto tuvo 12 aperturas, 5 de las cuales fueron de calidad (y en algunas le dieron con tubo): ganó uno y perdió 6. En la temporada: 4-7, 5.62 de ERA y 65 ponchados.
Oliver Pérez, especialista zurdo de los Nacionales de Washington, tuvo un par de meses de capa caída. En julio perdió dos juegos y en agosto tuvo un lastimoso PCL de 12.71. Su marca en el año: 2-3, 12 holds, efectividad de 5.55 (malísima para un relevista) y 40 ponches.
Ramiro Peña estuvo un rato con los Gigantes de San Francisco, pasó a AAA, volvió a los Giants y de regreso a las menores. En general, el utility regiomontano no lo hizo mal, ni con el guante ni con el bate: .299, un vuelacercas y 10 impulsadas.
César Ramos se terminó de desinflar en julio y fue relegado por los Rangers de Texas Su marca: 3-3, un horrendo 6.04 de efectividad y un salvado.
César Vargas está la lista de lesionados. El poblano de los Padres de San Diego tiene 0-3, 5.03 de PCL y 28 pasados por los tres strikes.
Daniel Castro hace rato dejó Bravos de Atlanta y está en AAA: .182 de porcentaje, 4 impulsadas y un robo de base, en 37 juegos.
Arnold León juega en Corea. En el año tuvo 0-0, 7.71, un rescate desperdiciado y dos ponches.
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