Mexicanos
en GL. Abril-mayo 2023
La tradición manda que los lanzadores mexicanos tengan un rendimiento superior al de los jugadores de cuadro en las Ligas Mayores. Pero el inicio de la temporada regular 2023 ha sido diferente. Tenemos muchas más piezas importantes en los line-ups ligamayoristas, y los pitchers han estado, por lo general, por debajo de sus números en años anteriores. Lo primero ayuda a explicar el buen rendimiento del equipo mexicano en el Clásico Mundial; de lo segundo, esperemos que las cosas cambien para bien en los próximos meses.
Aquí el balance del contingente nacional, ordenado de acuerdo con el desempeño de cada uno en toda la temporada (como siempre, incluimos a los paisanos que han jugado representando a México en el Clásico Mundial o en otro torneo de primer nivel).
Randy Arozarena mantuvo la inercia, el ritmo y la pimienta que traía en el Clásico Mundial y ha sido pieza importante en el magnífico desempeño de los Rays en el inicio de temporada, aunque esa inercia da muestras de estarse agotando. Batea para un saludable .297, con 11 jonrones, 40 carreras producidas y 6 robos de bases. Su OPS es un enorme .920 y se está ponchando menos que en la temporada pasada. A la defensiva, su guante y su brazo son garantía.
Alex Verdugo empezó a tambor batiente la temporada y se ha desinflado en las últimas dos semanas. Aun así, sus números dan cuenta de su enorme consistencia: En el año: .288 de porcentaje, 5 cuadrangulares, 29 carreras producidas y 39 anotadas, tres bases robadas y OPS de .812.
Isaac Paredes había tenido a lo largo de su carrera en Ligas Mayores un problema: la falta de contacto. Ese problema está desapareciendo. Si sumamos el poder y el oportunismo del hermosillense, tenemos lo que ha sucedido en estos dos meses, que es parte del éxito de Tampa Bay (a pesar de que Paredes descansa aproximadamente uno de cada cuatro juegos): .269 de porcentaje, 8 cuadrangulares, 37 impulsadas y OPS de .807
Giovanny Gallegos le está quitando el puesto de cerrador de los Cardenales a Ryan Helsley, con quien comparte esa misión. El obregonense lleva en el año marca de 1-2, con 2.38 de efectividad, 7 salvamentos (sólo un rescate desperdiciado) y 4 holds.
Rowdy Téllez. De él se esperaban muchos jonrones y un bajo porcentaje de bateo. El slugger de los Cerveceros está bateando apenas por debajo del promedio de las mayores, pero su producción de cuadrangulares -tomando en cuenta que no batea contra lanzadores zurdos- es notable: .244, 12 vuelacercas, 26 impulsadas y OPS de .830
Joey Meneses, a diferencia de otros que habían brillado en el Clásico Mundial, empezó flojo la campaña con los Nationals, pero (será cosa de la falta de profundidad en el equipo de Washington) le tuvieron confianza y su bate se calentó notablemente en mayo. Lo que no ha regresado es la cantidad de jonrones (Cabajoey sigue pegándole fuerte a la pelota, pero ha tenido mala suerte, dicen las mediciones especializadas). Sus numeritos: .300 de porcentaje, 2 palos de vuelta entera, 29 producidas y .729 de OPS. Curiosamente, batea mucho mejor de día que de noche.
Julio Urías. El zurdo de Culiacán ha dado tres de cal por tres de arena. Inició con tres salidas de calidad, a las que siguieron tres malas; luego otras tres buenas y en la décima, un desastre, relacionado con un tirón en la corva izquierda, que lo mandó a la lista de lesionados. El estelar de los Dodgers ha sufrido, sea en sus buenas aperturas como en las malas, de un problema que lo aquejó en el Clásico Mundial: el batazo largo. En la mitad de sus salidas le han pegado dos o más jonrones. Sus números. 5 ganados y 4 perdidos, PCL de 4.39 y 53 ponches.
Víctor González regresó a la Gran Carpa luego de más de año y medio de ausencia. El nayarita lo ha hecho bien en el relevo de los Dodgers. Lleva 1 ganado y 2 perdidos (una derrota fue por un corredor que dejó de herencia en primera base), un hold, un excelente 2.30 de PCL y 14 rivales pasados por los strikes.
Patrick Sandoval. El zurdo de los Angels ha tenido 4 salidas de calidad, de entre sus diez aperturas. Y en las otras no ha estado mal. Lo que pasa es que juega para los Angels, que se las arreglan para perder de las maneras más raras. Tiene marca de 3-4, 3.42 de efectividad y sólo 36 ponches en 55 entradas lanzadas.
Jarren Durán. El veloz jardinero de los Red Sox empezó encendidísimo la campaña, hasta que los lanzadores contrarios le pusieron hielos. Bateó .396 en abril, pero sólo .236 en mayo. La pregunta es si el todavía novato superará el actual slump. En el año, .288, 3 jonrones, 21 producidas, 7 robos de base y OPS de .804.
Andrés Muñoz había iniciado muy bien la temporada, pero una lesión en el hombro envió temprano al mochiteco a la lista de lesionados. Debe regresar en junio. Lleva 1 rescate y un hold, con 0.00 de limpias.
Ramón Urías es otro que iba bien hasta que cayó por una lesión lesionadora (en la corva, que parece especialidad de los Urías). El infielder de los Orioles regresó a finales de mayo. Su guante se ha vuelto de excepción. Sus números ofensivos: .259, un jonrón, 17 producidas, dos colchonetas estafadas y .718 de OPS.
Alejandro Kirk está tardando en despertar. Su llegada tarde a los entrenamientos de primavera le ha costado mucho. Durante estos dos meses compartió puestos con Brandon Belt como bateador designado y con Danny Jensen, como receptor de los Azulejos. Ninguno de esos dos bateó la gran cosa y aun así Kirk no se quedó con un puesto fijo. El problema, dicen los de statcast, es que le está pegando flojito a la pelota. Lo que le ayuda es su poca propensión a los ponches. .254 de porcentaje, 2 jonrones, 14 impulsadas y OPS de .681
Brennan Bernardino es uno de varios pitchers mexicanos sometidos a la puerta giratoria entre las mayores y las menores. Ha estado dos periodos como relevista de los Medias Rojas y no lo ha hecho mal: un ganado, 3.38 de efectividad.
José Urquidy se vio trastabillante en todas, menos en una de sus salidas. Su ya proverbial capacidad para salir de los problemas evitó que sus números fueran todavía peores, pero en general le batean para .297. Terminó en la lista de lesionados por inflamación en el hombro, que explica en parte los resultados. 2-2, 5.20 de carreras limpias y 23 ponches.
JoJo Romero, al igual que Bernardino, está en la puerta giratoria, pero jugando para San Luis. 3.52 de limpias y 6 chocolates.
Alan Trejo no se ha consolidado como parador en corto de los Rockies. El guante, bien. El bat: .255, 12 producidas, sin cuadrangular, .613 de OPS
Javier Assad peleó por un puesto en la rotación de los Cachorros, no lo consiguió y ha estado irregular en el relevo intermedio (y usando la puerta giratoria). Su problema principal: el control, y contra la base por bolas no hay defensa. 0-2, 4.98 de PCL y 15 ponches.
Adrián Martínez está en una situación similar a la de Assad, sólo que con los malísimos Atléticos de Oakland. El cachanilla tiene 0-0, con 5.70 de efectividad y 20 sopitas de pichón.
Taijuan Walker ha estado la mar de inconsistente como abridor de los Filis. Ganó 4 de sus 5 salidas de calidad (6 o más innings, 3 o menos carreras limpias), pero las otras 7 aperturas han sido desastrosas. La marca en ganados y perdidos no es tan mala (4-3), pero el PCL de 5.65 y que se le embase, en promedio, bateador y medio por entrada lanzada, sí son de preocuparse.
Alek Thomas. El efectivo jardinero central de los Diamantes de Arizona no pudo igualar con el madero su capacidad defensiva y fue enviado a AAA. Deja números en estos dos meses de: .195 de porcentaje, dos jonrones, 10 producidas, 3 robos y OPS de .579
Austin Barnes, al parecer, bateó en el Clásico Mundial todo lo que le tocaba batear en el año, porque en la temporada tiene la pólvora empapada. Aunque sigue siendo una maravilla en el manejo de sus lanzadores, al receptor de los Dodgers se le están escapando muchos robadores de bases. Batea para un miserable .096, con un robo y tres producidas. Su OPS es de risa: .293
César Salazar es el más nuevo de los mexicanos en Grandes Ligas. Tercer receptor de los Astros de Houston, ve poquísima acción. El de Hermosillo batea para .143 y ha anotado una carrera.
Luis Cessa, a pesar de haber ganado un lugar en la rotación de los Rojos y de empezar la temporada con el pie derecho, acumuló salidas desastrosas hasta que de plano Cincinnati lo dejó ir (eufemismo para no decir que lo corrieron). Consiguió posteriormente contrato de Ligas Menores con los Rockies, pero aún no lo regresan a MLB. Sus números: 1 ganado, 4 perdidos, 9.00 de efectividad, 11 ponches (pero 12 pasaportes) y los rivales le batean para .397. De espanto.
Luis Urías se lesionó de la corva en el primer partido de la temporada, en el que no pegó hit. Se espera su retorno en junio.
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