Mexicanos en GL. Mayo
Aquí el seguimiento del contingente nacional, de acuerdo con el desempeño acumulado en la temporada (y, como siempre, incluimos a los mexico-americanos que han jugado con México en el Clásico Mundial)
Adrián González tuvo un mes bastante flojo, sobre todo en porcentaje de bateo, pero su inicio arrollador lo mantiene como el pelotero mexicano más destacado hasta la fecha. No es casual que encabece las preferencias populares para ser titular de la primera base de la Liga Nacional en el Juego de Estrellas, pero tendrá que regresar a su nivel de abril si quiere contender por alguna corona de bateo. El inicialista de los Dodgers bateó en mayo .231, con 4 jonrones y 13 producidas. En el año, .269, 12 palos de vuelta entera y 37 remolcadas.
Joakim Soria es el de 2007-2008. En otras palabras, el mejor cerrador mexicano de la historia. En el año el hombre del tramo final para los Rangers de Texas sólo ha desperdiciado un rescate (que terminó en derrota por un error suyo de fildeo). Tiene 11 salvamentos en 12 oportunidades, 2.25 de efectividad, marca de 1-2 y una impresionante relación de 27 ponches por sólo 3 bases por bolas recetadas.
Sergio Romo dejó atrás la perfección, pero sigue siendo garantía como cerrador de los Gigantes de San Francisco. En mayo tuvo marca de 1-1, con 10 salvamentos en 12 oportunidades. En el año, su marca es de 3-1, 17 juegos salvados y 3.52 carreras limpias admitidas por cada 9 entradas lanzadas.
Jorge De la Rosa tuvo un mes magnífico. Cinco salidas al montículo, de las cuales cuatro fueron de calidad (6 o más entradas lanzadas, 3 o menos carreras limpias admitidas) y en la otra iba perfecto cuando la lluvia suspendió el juego. Lanzó 16 entradas seguidas admitiendo sólo un imparable (el triple de Denorfia que le rompió el sin hit, aunque después el de Monterrey se lució sacando los tres outs y dejando al italo-americano en la antesala) y ganó todo lo que pudo. En mayo, 4-0 y 1.93 de limpias; en la temporada, 6-3, 3.66 de PCL y 48 ponches.
Marco Estrada es un hombre que poncha mucho, al que le pegan poco y que está mucho más controlado que otros años. Su problema es la gran cantidad de jonrones que admite: van 17 bambinazos en su contra, con lo que encabeza la Liga Nacional en ese departamento. De sus seis salidas de mayo, sólo tres fueron de calidad, y su efectividad empeoró, pero ha recibido apoyo ofensivo de sus compañeros en Milwaukee, así que su marca del año es de 5-2, con 4.03 de PCL y 62 chocolates.
Fernando Salas ya tiene labores de preparador de cierre. Su buen desempeño con os Ángeles de Los Ángeles (en Anaheim), así lo ha determinado. Sin embargo, estuvo más efectivo en abril que en mayo. Su récord en el año: 3-0, con 3.27 de carreras limpias, 4 holds (que es cuando se recibe el juego en situación de rescate y se entrega con ventaja) y 23 ponchetes..
Yovani Gallardo bajó un poco su nivel. El estelar de Milwaukee sólo tuvo dos salidas de calidad en mayo (de un total de cinco). En ninguna ha sido vapuleado, pero no tiene el dominio de inicio de temporada. En el mes que terminó 1-3, con 5.79 de PCL; en el año 3-3, 3.56 y 46 ponches. Eso sí, ganó un juego de extrainnings al batear como emergente un oportuno doblete.
Jaime García regresó a la lomita de las responsabilidades de los Cardenales casi un año después de haber salido por lesión en el hombro. Ha tenido tres aperturas (una de calidad), en la que le han bateado poco, pero de largo alcance. Su récord 1-0, 4.12 de efectividad, 19 ponches y lo notable es que en casi 20 entradas lanzadas no ha otorgado una sola base por bolas. El de Reynosa sigue siendo el mismo Superjaime.
Oliver Pérez, salvo en un partido, se vio totalmente dominador en mayo, como especialista zurdo de los Diamantes de Arizona Tiene marca de 0-1, 2.86 de PCL, 3 holds y 22 sopas de pichón (su acostumbrado ritmo de un ponche por entrada lanzada).
Miguel González tuvo cinco salidas en mayo; cuatro de ellas fueron de calidad. La otra fue tan mala, que hizo que Buck Schowalter coqueteara con la idea de mandarlo al bullpen (tuvo una aparición de relevo). El de Guadalajara demostró al manager de los Orioles que merece estar en la rotación, aunque no ha brillado mucho. Su marca en el año: 3 ganados, 4 perdidos, 4.17 de efectividad y 50 ponches.
César Ramos sí perdió su puesto como quinto abridor de Tampa, tras dos aperturas desastrosas en mayo. El zurdo ahora está destinado al relevo largo. Su récord en el año, 2-3, efectividad de 4.43 y 32 ponchados.
Alfredo Aceves está de vuelta en el equipo con el que debutó en las Mayores. El temperamental Patón inició tan bien que se pensó que sustituiría al lesionado C.C. Sabathia en la rotación. No fue así y –quizá por ello mismo, así es esto del carácter explosivo- el de San Luis Río Colorado bajó su rendimiento en un mes de mayo en el que trabajó muchísimo. Su marca 1-2, 5.19, un hold y 15 ponches.
Scott Hairston regresó de su lesión a principios de mes y, aunque ha jugado poco, el jardinero de Washington ha estado encendido con el madero. Batea para .450 con un cuadrangular y 5 producidas.
Ramiro Peña estuvo muy cerca de hacerse de la titularidad en la segunda base de Atlanta, pero no. Los Bravos se dieron cuenta (con unos años de retraso) que Dan Uggla ya no batea y que nunca fildeó. El regiomontano, grande a la defensiva, lo sustituyó por varios días, hasta que demostró fehacientemente que él tampoco batea y que nadie es titular si su porcentaje está por debajo de la Línea Mendoza. Llegó un tal Tommy LaStella y lo desplazó. Ramiro sigue como utility y batea para .200 con dos jonrones y 7 impulsadas.
Alí Solís, quien sólo había tomado “tacitas de café” en las Mayores, subió al equipo grande de Tampa Bay. Entró como sustituto defensivo en un par de partidos e inició uno, contra Boston. En su primer turno al bat de la campaña, un lanzamiento le pegó de rebote en la nariz y tuvo que salir del juego, lesionado. Román Alí llevaba dos strikes; el veterano José Molina recibió el tercero y el ponche se lo cargaron al de Mexicali.
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