viernes, agosto 01, 2008

Un mes de buena(s) estrella(s)

Mexicanos en GL. Julio


Tuvieron que pasar 22 años y un día desde que Fernando Valenzuela ponchara a Teodoro Higuera e hiciera historia al empatar el récord de 5 ponches seguidos en el Juego de Estrellas, pero el 16 de julio dos mexicanos volvieron a estar frente a frente en el All-Star Game (que, por cierto, fue el mejor que me haya tocado ver). Joakim Soria y Adrián González llegaron ahí por méritos propios, y lo demostraron en el terreno de juego. Fue el momento cumbre de un mes casi redondo para los peloteros mexicanos en la Gran Carpa. En julio, Joakim rompió el récord de salvamentos en una temporada para un lanzador mexicano, Adrián mantuvo el paso, Jorge Cantú lo redobló, Edgar González Sabín (en la foto) se enrachó con el bate y por un rato superó a su famoso hermano, Jorge Campillo se vio dominador, Oliver Pérez tuvo su mejor mes en tres años y otro connacional debutó en la Gran Carpa: el tamaulipeco Jaime García. A cambio, fue la despedida final de un grande: Esteban Loaiza.

Aquí el seguimiento de los mexicanos en GL, siempre de acuerdo con el desempeño acumulado en la temporada:

Joakim Soria. El de Monclova ya es parte de la minúscula elite de cerradores ligamayoristas. Estuvo a punto de ganar –y luego de perder- el Juego de Estrellas. Se salvó ponchando a Don Uggla con un lanzamiento precioso que bajó dos minutos después del swing. Lleva 30 salvamentos en 32 oportunidades (y uno se le fue por un error del receptor, que mandó la bola al jardín durante un tira-tira). Rompió la marca de mexicanos en una temporada, que tenía Juan Acevedo y la de dos temporadas seguidas, que tenía Aurelio López. Ahora va tras el récord de todos los tiempos, en poder del inolvidable Aurelio, el Buitre de Tecamachalco. En unos tres años. Sus números en el mes: 1-1, 8 salvados y 2.04 de carreras limpias.

Adrián González. Si bien no tuvo un julio maravilloso, el tijuanense sigue siendo el bat más temible de los Padres de San Diego. Adrián bateó en julio para .250, con 4 jonrones y 14 producidas. Ya es cliente asiduo de las bases por bolas intencionales. En el año lleva .280, con 25 cuadrangulares y 82 impulsadas. En las dos últimas categorías perdió el liderato de la Liga Nacional ante Ryan Howard.

Jorge Cantú. El grandote de los sorprendentes Marlines ha tenido una consistencia inusitada en 2008, y durante julio mejoró. Bateó para .360, con 5 jonrones, 15 producidas y 2 robos de base. Lo mejor es que varios de sus hits dejaron tendidos a los rivales en el campo de juego. Queda claro, en su caso, que una cosa es ser demasiado impaciente en la caja de bateo y otra, igualmente improductiva, es concentrarse demasiado en tirarle sólo a las bolas buenas.

Jorge Campillo. El tijuanense tuvo cuatro salidas de calidad en julio, una fue mala y en otra iba muy bien hasta que llegó la lluvia a interrumpir su labor. Ya es un hombre clave en la rotación de Atlanta. En el mes, con su “bola invisible”, tuvo poco apoyo ofensivo, lo que se tradujo en 2 ganados y 2 perdidos con 3.21 de carreras limpias. En la temporada: 5-4, y 2.76. Apenas se le embasa un hombre por inning.

Oliver Pérez. Con el zurdo de Culiacán pasó algo inusitado. Tras uno de sus partidos buenos, lanzó otro igual, y luego otro y otro. Fue uno de los mejores lanzadores de Grandes Ligas durante el mes, y seguramente el que menos apoyo ofensivo recibió. Tuvo 6 salidas, todas de calidad, pero los Mets anotaron 6 carreras durante las 33 entradas que lanzó. El resultado, que a pesar de un extraordinario 1.38 de PCL, sólo haya obtenido una victoria y una derrota para su cuenta personal. En el año, 7-6, con una marca mejorada de carreras limpias a 4.02 y 112 chocolates suministrados, que son bastantitos.

Dennys Reyes. El gordito de Higuera de Zaragoza apenas si vio acción en nueve brevísimas apariciones con los Mellizos durante julio. Sacas un out y pa’fuera. En una de ellas le pegaron. En el mes 0-0, con 6.75 de limpias. En el año, 2-0 y 2.93.

Yovani Gallardo sigue rehabilitándose tras la exitosa operación en los ligamentos de la rodilla. 0-0 y 1.80 de limpias.

Edgar González Sabin. El mayor de los González estuvo candente durante las primeras tres semanas del mes, para enfriarse en los últimos días. Durante ese período, la algarabía que mostró con el bat se combinó con una extraña dificultad para sacar la bola del guante tras capturar un rodado. Ahora que el titular de la segunda base de los Padres, Tadahito Iguchi, regresa de la lista de lesionados, las cosas se complican para Edgar. Su bate lo mandaría al shortstop; su dificultad para deshacerse de la bola lo mandaría a la banca. El tijuanense bateó en julio para .256, con 2 vuelacercas y 7 producidas. En la campaña lleva .296 con 5 cuadrangulares y 21 impulsadas.

Alfredo Amézaga, está comprobado, funciona bien como utility. En esa circunstancia, ocupando distintas posiciones con Florida, ha tenido casi tanta actividad como cuando era titular del jardín central. En julio bateó .315, con un jonrón, 6 producidas y un robo. En el año, .263, 2 cuadrangulares, 14 impulsadas y 5 robos.

Jaime García se tomó su primera tacita de café en Grandes Ligas cuando los Cardenales de San Luis lo llamaron para llenar, temporalmente, la plaza de quinto abridor. También relevó en una ocasión. No lo hizo mal. Lanzó 7 entradas, ponchó a 6, recibió 3 carreras y se fue sin decisión. Su PCL: 3.86

Jorge de la Rosa recupera su título de Míster Inconsistencia. De repente lanza una joya de pitcheo, pero normalmente o se descontrola o le pegan hasta por detrás. En el mes tuvo dos salidas de calidad, que ganó; una mediocre en la que fue bien apoyado y también ganó y dos terribles, donde fue apabullado. 3-2, pero un feo 7.43 de limpias. En el año, 5-6, con 6.94 de limpias. El desastre general de la rotación de los Rockies permitirá mantenerlo; a ver si mejora en los meses que quedan.

Luis Ayala parece predestinado a nunca ser cerrador. Cuando preparaba los cierres de Chad Cordero era impasable. Cuando Cordero se lesionó el mochiteco no andaba bien y el cerrador fue Jon Rauch. Cuando los Nacionales vendieron a Rauch, Ayala desperdició su oportunidad de salvamento y comprobó que 2008 no es su año. Ahora se rumora que pasará a los Mets, a ver si el cambio de aires le ayuda. En julio, tuvo números de 0-2, un rescate desperdiciado y 5,47 de carreras limpias. Su marca en el año: 1-6, 5.54, cero salvamentos, dos rescates desperdiciados.

Oscar Villarreal. El relevista neoleonés apenas lanzó una entrada en julio (le anotaron una carrera) y los Astros de Houston lo dejaron ir. Seattle lo contrató, pero lo tiene jugando en sucursales. En la campaña lleva 1 ganado, 3 perdidos y 5.02 de limpias.

Luis Mendoza. El de Veracruz la hizo bien en el bullpen de Texas, lo mandaron a la rotación y regresó a los nervios y a las andadas. Sólo una de sus cinco salidas fue de calidad; en otra le metieron 9 carreras en menos de 2 entradas; en una tercera dejó ir una ventaja de 9 anotaciones. En el mes, 1-2 y 8.86 de limpias. En el año: 2-4 y 7.34.

Germán Durán logró batear por encima de Línea Mendoza, pero ni así pudo mantenerse en el roster de los Rangers de Texas (entre otras cosas, porque su rival para la titularidad de la tercera base, Ramón Vázquez, ha bateado fuego). El ratito que estuvo en junio bateó para .333, con 2 producidas; en la campaña lleva .225, 3 cuadrangulares, 11 impulsadas y un robo.

Juan Castro ha tenido más clubes que acción ligamayorista en el año. Inicio con Cincinatti, pasó a Colorado, pero nunca jugó con los Rockies, y terminó regresando con los Orioles de Baltimore. Como siempre, luce con el fildeo, pero no con el bat. Con los Orioles batea para .194 –que ya es ganancia-, incluido un improbable cuadrangular como bateador emergente. En conjunto de la temporada tiene .146 con 1 cuadrangular y 2 producidas.

Edgar González. El Edgar que no es hermano de Adrián está en la lista de lesionados. El lanzador de Arizona tiene marca de 1-3, con 6.00 de limpias.

Esteban Loaiza. (1-2, con 5.23 de efectividad). Dejamos al final la parte triste del mes. Después de mucho deshojar la margarita, y tras ver que Loaiza no recuperaba la velocidad en sus lanzamientos, los Medias Blancas de Chicago –el equipo donde vivió su año de gloria- lo dejaron ir “incondicionalmente”. Todo indica que es el fin de la carrera ligamayorista de uno de los grandes pitchers que ha dado México. Sus números de por vida: 126 ganados, 114 perdidos, 1 salvamento, 14 juegos completos, 6 cierres, 1,362 ponches y 4.65 de carreras limpias. Abrió el Juego de Estrellas de 2003, año en que ganó 21 juegos y fue segundo lugar en la votación por el Premio Cy Young de la Liga Americana.

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